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El default Argentino y sus Consecuencias

To Carlos Maquieira
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El mercado financiero ha llamado default selectivo, al reciente cese de pago de los bonos soberanos de Argentina. Sin embargo, desde un punto de vista técnico, Argentina no cayó en default, pues los US$539 millones para pagar al 93% de los bonistas, fueron depositados a tiempo para cumplir con la obligación.

Lamentablemente, existe un pequeño grupo de acreedores llamados “holdouts” en Wall Street o “fondos buitres” en Argentina, que no estuvieron dispuestos a negociar el pago de los bonos. Estos últimos, siguieron la vía legal para recibir el pago del 100% de los cupones de los bonos y el juez  Thomas Griesa, de 83 años, falló favor a este grupo. Esta decisión, dejó bloqueado el pago de los US$539 millones y sólo se resolverá si Argentina paga US$1.330 en intereses, a los fondos de cobertura que demandaron a Argentina en el año 2002 (fondos buitres).

Esta situación abre una tremenda interrogante en cuanto a las negociaciones que pueden realizar los países con bonistas privados, pues este precedente, es especialmente complejo para países con alto nivel de riesgo país. Ellos deberían esperar mayor descuento en los bonos que emitan en el mercado, lo cual es equivalente a pagar a tasas de interés efectivas más altas.

En mi opinión, se requiere realizar un cambio en esta cláusula de igual tratamiento a todos los bonistas, en el caso de renegociación. Así como ocurre en acciones comunes, en que se establece una regla de súper mayoría para decisiones importantes, y que en el caso de los bonos se podría hacer algo similar y entonces, por ejemplo, con un acuerdo de al menos un 75% de los bonistas, se podría votar la decisión de renegociación como ejecutoria para todos los bonistas.

Argentina queda en una situación bastante frágil, considerando que su economía tiene niveles de inflación que alcanzan casi el 40% al año. El acceso restringido a los mercados financieros internacionales la llevará a realizar mayores emisiones de dinero lo cual repercutirá negativamente en la inflación y estamos conscientes que esto es nefasto para el bienestar de las personas.

Dr. Carlos Maquieira
Académico Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas
Universidad Católica de la Santísima Concepción