La riqueza de la persona humana, su capacidad de crear, innovar, mejorar y trascender nos mueve a dar lo mejor de sí mismos. A buscar lo bueno, lo justo y lo bello para sí, para los demás y la comunidad. La búsqueda de la excelencia nos inspira a estudiar y trabajar con honestidad, disciplina, perseverancia, colaboración y espíritu de servicio.