El junio de cada año la Asamblea General de las Naciones Unidas celebra el Día Mundial de la bicicleta, como una forma de reconocer su singularidad, antigüedad y versatilidad demostrada durante dos siglos, resaltando sus atributos como medio de transporte sencillo, asequible, sostenible, limpio, ecológico y que, además, beneficia a la salud mediante su práctica.
Actualmente, la bicicleta adquiere una significación transcendente para las personas desde su invención en Alemania en el siglo XIX, ya que, debido a su historial evolutivo y uso en las sociedades humanas, hoy es más que un simple medio de transporte. Esto debido a que a su práctica se le pueden atribuir muchos beneficios, en aspectos diversos como la salud, el bienestar, la urbanidad y el deporte.
En primer lugar, se destacan los beneficios para la salud, entre los cuales están la práctica de actividad, contribuyendo a realizar 150 minutos o más de actividad física semanal; reducción del sedentarismo, limitando las horas de actividades en posición sentada o recostada; fortalecimiento locomotor, cardiaco e inmunológico, mejorando el tono muscular y mejorando las articulaciones y el corazón; beneficios endocrinos, liberando hormonas como la serotonina y dopamina.
En el mismo sentido, y de acuerdo con la frecuencia de uso semanal, intensidad y tiempo de uso diario, puede significar un excelente ejercicio físico para mantener y mejorar la salud, y previo a una habilitación médica, elevar la intensidad y exigencias en modo de deporte.
Por otro lado, aporta a mejorar el sistema urbano y su sustentabilidad, al ser un medio de trasporte limpio, accesible, sencillo y ecológico (por cada 3 kilómetros se ahorra 1 kilo de CO2), que contribuye a reducir la aglomeración vehicular, cada vez más frecuente en las calles, sobre todo en horarios de desplazamiento hacia y desde los lugares de trabajo o estudio. En los parques y lugares habilitados para su práctica, también puede constituir una actividad familiar a través de paseos y excursiones, ayudando a sociabilizar a través de recorridos colectivos.
En este sentido, la misión de las autoridades es promover el uso de la bicicleta a través de la creación de entornos seguros para su uso, como la construcción de ciclovías y el fomento de la educación vial, a fin de mejorar la convivencia entre ciclistas y conductores de vehículos motorizados, fomentando el respeto mutuo y contribuir a un tener un tráfico más expedito y seguro. En ese sentido, también mejora la calidad del ambiente, haciendo la ciudad más habitable, con menos contaminación acústica y del aire.
De esta manera, hoy la bicicleta ha ganado un reconocimiento social como un medio de transporte sostenible, que al mismo tiempo mejora la salud y propicia un ocio de calidad. Por todo eso, exhorta a las personas a incorporarla en sus actividades cotidianas y, por otro lado, a las autoridades a fomentar la educación vial y las estructuras que hagan de su uso experiencias agradables, seguras y atractivo para más personas. Por todo esto, la bicicleta bien merece una fecha especial para destacar su recorrido, pedaleando hacia el futuro.