Derecho Medicina Noticias Teología

Aborto fue tema central de encuentro multidisciplinario

Por Soledad Lavín Novoa

Motivar a la reflexión sobre el respeto de la vida humana, desde la concepción a la muerte natural, así como contribuir a generar una visión más completa sobre materias que no han estado exentas del debate y la discusión es el propósito del Simposio Dignidad y Vida Humana,  iniciativa conjunta de  las facultades de Medicina, Derecho, y Estudios Teológicos y Filosofía de la Universidad.

En esta oportunidad, el aborto fue el tema abordado interdisciplinariamente, iniciándose la cita con la exposición de la académica de la Facultad de Derecho, Constanza Cornejo, que llevó por nombre “El no nacido ¿Es persona?”. En ella, la docente hizo un análisis antropológico de la noción de persona, así como  del estatus jurídico del no nacido.

“Al no nacido se le reconocen derechos patrimoniales como el derecho a suceder, a exigir alimento, a que se le designe un curador mientras está en el vientre materno. Por otra parte, tenemos el reconocimiento expreso de derechos fundamentales, naturales, en especial el derecho a la vida. Nuestra legislación, tanto constitucional como legal, reconoce y protege la personalidad del que está por nacer”, sostuvo.

Por su parte, la médico siquiatra de adultos, Francisca Decebal-Cuza, abordó el aborto y la salud mental, explicando que al hablar sobre ella, en ninguna circunstancia el aborto ha mostrado tener efecto terapéutico a largo plazo y que en el caso de malformaciones de pronóstico letal, hay consenso en que el pronóstico siquiátrico es peor para las mujeres que abortan respecto de aquellas que continúan con el embarazo.

La actividad finalizó con la participación del Arzobispo de Concepción y Gran Canciller, Fernando Chomali, cuyo tema fue “El embrión humano: Uno de nosotros”.  Monseñor señaló que “detrás de cada aborto que es un drama para el que no puede nacer, para la madre, para la sociedad, hay un acto de poder, un poder que lo entrega la técnica”. Asimismo, agregó que en ello hay una influencia de una cultura utilitarista que solo atribuye un valor al ser humano en la medida en que produce y sirve.

De igual modo, sostuvo que “cuando nos referimos al derecho a la vida estamos hablando de la vida de un ser de la especie humana. Creo que el concepto de persona ha sido manipulado. Aquí de lo que se trata es de la defensa de un ser humano. Un ser que es distinto a la nada y humano porque tiene características absolutamente propias y originarias que no se van a dar en ninguna otra especie. Cuando hablamos del cigoto, del embrión, estamos hablando de cada uno de nosotros”.

Puedes acceder al encuentro aquí