Por Bárbara Muñoz V.
Para entender a qué se enfrenta la población ante el crecimiento de casos en torno a la influenza H5N1 o gripe aviar, el académico de la Facultad de Medicina de la UCSC, Patricio Manzárraga, detalló en qué consiste esta enfermedad y sus efectos.
«La gripe aviar es una enfermedad viral que afecta a las aves y que pueden trasmitir a otro tipo de mamíferos, incluso a humanos, aunque en escasa probabilidad debido a la baja especificidad de receptores para ese tipo de virus que tienen las células humanas. El contagio a humanos depende de factores como la cantidad de inóculos al que se expone o la capacidad del virus de mutar a variantes que sean capaz de producirnos la enfermedad», señaló.
Respecto a la trasmisión de este virus, el académico explicó que «es a través de la vía respiratoria o de las secreciones y heces de aves o animales infectados. Habitualmente son las aves migratorias enfermas, las que propagan el virus, contagiando a las aves de corral rural u otros mamíferos como lobos marinos, pingüinos y otras aves silvestres. Aunque los contagios en humanos son limitados, de todas maneras, se deben tomar precauciones, especialmente en trabajadores de industrias con contacto estrecho con aves u otros animales”.
Síntomas
Sobre los síntomas asociados a esta enfermedad, el Decano de la Facultad de Medicina UCSC aseguró que son similares a los de la gripe o influenza: «los síntomas tanto en animales como en humanos son similares, es una enfermedad principalmente respiratoria que produce catarro, dificultad respiratoria, dolor de cabeza, fiebre, dolor muscular y malestar general. Es una enfermedad sistémica aguda, que produce efectos en varios sistemas del organismo, pero especialmente al sistema respiratorio».
«La influenza se puede presentar de forma leve o también grave en pacientes más susceptibles, como personas inmunocomprometidas, con patologías concomitantes como diabéticos con mal control metabólico, adultos mayores o niños prematuros. En ellos la enfermedad respiratoria puede tener presentación más grave, con distrés e insuficiencia respiratoria, que puede llevar hasta la muerte», añadió Patricio Manzárraga.
Actualmente, existe gran preocupación sobre esta enfermedad y de cómo puede afectar a la comunidad agrícola, especialmente en la industria avícola. El especialista, hizo un llamado a la calma, asegurando que las empresas avícolas y las grandes industrias de alimentos de esta procedencia, trabajan de manera constante con protocolos de acción en caso del contagio.
«Si son aves que vienen de industrias consolidadas no hay ningún peligro en consumir carnes o huevos pues la enfermedad no se trasmite a través de la alimentación. Hay personas que tienen gallinas en sus casas, si una de ellas está enferma no es recomendable manipularla o consumirla ni tampoco dársela a los animales domésticos. En ese caso hay que avisar al SAG (Servicio Agrícola y Ganadero). En el caso de comprar huevo y pollo en supermercados, estos alimentos vienen de industrias o avícolas conocidas, por lo tanto, no hay problema», sostuvo.
Recomendaciones
El Decano de la Facultad de Medicina entregó recomendaciones en el caso de tener contacto con ave contagiada. «Si manipulo o tengo contacto directo con un ave u otro animal muerto, se puedan producir aerosoles de la secreción y puedo contagiarme. Independiente si uno se contagia, no significa que vaya a tener una enfermedad grave, hay que bajarle un poco el perfil. Lo que sí, si uno encuentra un ave en la orilla del mar o algún otro animal que esté muerto o con un comportamiento extraño, es mejor alejarse’’.
En cuanto a las precauciones que se deben tomar, el académico menciono que son similares a las adoptadas por el covid: «las precauciones son lavados de manos frecuentes, ojalá con jabones desinfectantes. Cuando se manipulan aves de corral se debe aumentar las precauciones usando elementos de protección como mascarillas ojalá N95, guantes y botas de goma. Si es de población de riesgo, usar mascarillas en lugares que sean más concurridos, como medida de prevención».