Los novatos de Biología Marina inician su formación en el Laboratorio Costero de Lenga.
“¿Para qué quiero ser Biólogo Marino?”, es la pregunta que se ve junto a la pizarra de la sala de clases del Laboratorio Costero de Lenga “Abate Juan Ignacio Molina”, mientras cerca de 15 jóvenes novatos van tomando asiento en sus sillas para comenzar las clases de “Introducción a la Biología Marina”, y descubrir su vocación científica.
Todo parte en el Campus San Andrés, donde toman el bus “La Talentosa”, acompañados por la profesora María Cristina Orellana, para llegar al laboratorio, ubicado junto al mar. Ahí los espera el Dr. Juan Miguel Cancino –académico de la carrera y Rector de la Universidad-. A medida que avanzan en la clase, preguntas y respuestas van recreando el mundo marino, que es descubierto por los jóvenes a través de la teoría y la práctica.
Una futura Bióloga Marina, Francisca Aguilera, señala que en la clase pueden ver el entorno marino, y también conocer a los padres de la Ciencia. Si bien señala que antes de entrar a la Universidad no conocía mucho de esta disciplina, “hemos averiguado e investigado, y gracias a eso me gusta mucho más”.
El Dr. Cancino detalla que en la asignatura los estudiantes adquieren las bases para entender el ambiente marino, los procesos como las mareas, las olas, las corrientes y los fenómenos del “Niño” y la “Niña”. Asimismo, reconstruyen en conjunto la historia de la Biología Marina, y van haciendo sus aportes en una línea de tiempo que instalaron en una pared, y que crece clase a clase.
Los jóvenes, algunos más tímidos, otros con más confianza, van planteando sus preguntas, también sus hipótesis, para explicar hechos tan maravillosos como naturales: los efectos de la luna en la marea. En la sala analizan datos, números y gráficos, pero lo que más les gusta es salir a la orilla del mar. Tras la clase, corren hacia la playa y, cuaderno en mano, registran lo que ven y observan todo, tomando en cuenta lo aprendido en clases.
Uno de los futuros científicos, Javier Astudillo, se refirió a sus expectativas, detallando que espera aprender herramientas técnicas para investigar y descubrir en terreno, ya que de hecho son las actividades prácticas donde se siente más a gusto.