El impacto humano y el cambio climático son hechos que amenazan la seguridad hídrica en distintos puntos del país y la Patagonia chilena no está libre de estas amenazas. Con disminuciones en las precipitaciones y la sequía como un riesgo latente, un equipo multidisciplinario de investigadores y profesionales de universidades y centros de investigación de excelencia del centro-sur de Chile, liderado por la Universidad Católica de la Santísima Concepción, trabaja en la elaboración del muestreo más grande a cinco ríos de la Patagonia: Puelo, Yelcho, Palena, Cisnes y Aysén.
De esta manera, se espera obtener información valiosa para impulsar la protección de estas cuencas. “Nuestro estudio va a representar uno de los monitoreos más extensos en el tiempo y en el territorio, abarcando desde el río Puelo al río Aysén durante un año hidrológico con una periodicidad casi semanal, lo que supera con creces la capacidad de medición que tiene la Dirección General de Aguas, que anualmente logra hacer tres o cuatro muestreos”, afirma el director proyecto, Dr. Jorge León-Muñoz, académico de la Facultad de Ciencias de la UCSC.
Para lograr dichas muestras la participación de las comunidades es vital, permitiendo contar con información que permitirá a los científicos conocer y determinar la salud de los ríos. Con estos datos en mano, esperan solicitad al ministerio de Medioambiente que se dicten Normas Secundarias de Calidad Ambiental en los cinco afluentes, asegurando así la buena salud de los ríos.
Pero, además, de acuerdo al científico, “la intensidad de muestreo que estamos realizando no sólo se acota a lo actual, sino que también se está haciendo un esfuerzo por entender cómo se han comportado los ríos hacia el pasado y cómo se van a comportar hacia el futuro, donde se prevé que el clima en esa zona del país va a ser más seco y un poco más cálido”.
Comunidades activas
En el proyecto participa la Universidad de Talca, Universidad de Concepción, Universidad del Bío-Bío, y Universidad Austral de Chile, junto al Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) de Aysén y el Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (INCAR), con colaboraciones de la Universidad Estatal de Oregon y del Instituto Catalán de Investigación del Agua.
La científica del CIEP, Dra. Anna Astorga, explica que “vamos a obtener una cantidad inédita de muestras de agua de los cinco ríos, comparado, por ejemplo, con los muestreos estatales. Por lo tanto, ha sido un esfuerzo muy grande que vincula el rigor científico con el aporte que pueden tener las comunidades a través del proceso que ellos desarrollan en la toma de muestras. Y esto es importante porque las distancias entre las cuencas son tan grandes, que esta es la única forma de poder abarcarlas, pero además es importante incluir a la gente en este tipo de trabajos, porque la preocupación de parte de las comunidades respecto de la protección de los ríos es evidente. Es por eso que hay tanta gente participando de forma tan activa en este proyecto”.
Son alrededor de 600 kilómetros de un punto de monitoreo a otro, por eso es que el Dr. Jorge León-Muñoz señala que “nosotros, como científicos y científicas, tenemos la labor de levantar información relevante a nivel de ciencia de frontera –o que corra la frontera del actual conocimiento-, pero son las comunidades las encargadas de promover la acción por los ríos y hacer que el Estado se mueva en torno a esto”.
La Dra. Anna Astorga agrega “este proyecto es muy esperanzador porque busca concretamente la conservación de las cuencas. Estamos plantando una semilla, que esperamos que, junto al trabajo de investigadores, investigadores y comunidades, de frutos beneficiosos para la Patagonia”.