Por Seiji Machino R.
El Programa de Gestión de Riesgos y Resiliencia del Núcleo Científico Tecnológico, en conjunto con el Observatorio de Gestión de Desastres (OGD) de la Facultad de Ingeniería UCSC, realizaron el “Taller de vinculación y validación para la gestión de riesgos de desastres“.
El objetivo de esta actividad fue plantear un trabajo colaborativo sobre los riesgos naturales y socio-naturales presentes, de manera vinculante con distintos actores de la comunidad del Barrio Bellavista en Tomé, además de preparar y proporcionar herramientas a la población para afrontar de una mejor manera desastres que pudieran ocurrir. Esto se traduce en un mejor manejo del territorio, en el resguardo de la vida de las personas y en la mitigación de la pérdida de infraestructura crítica una vez ocurrido un evento de desastres.
Fue así que distintos actores de instituciones públicas y privadas como el Centro de Salud Familiar (CESFAM) de Bellavista, la Escuela Bellavista, el Jardín Infantil Lucerito y Tierra de Niños, Internado Municipal, Dirección de Educación Municipal (DEM), juntas de vecinos, Essbio y Carabineros de Chile de la Primera Comisaría de Tomé, asistieron a este taller que tuvo lugar en dependencias del edificio municipal.
Para la especialista del Programa de Gestión de Riesgos y Resiliencia, la geógrafa Macarena Garcés, “la existencia de este espacio invitó y convocó a identificar y describir en primera instancia cuáles son los riesgos presentes en el sector, de una manera abierta, inclusiva y vinculante entre todos los actores relevantes al momento de ocurrido un evento de desastres. Además, propició la formación de una red de contactos entre los propios actores pertenecientes del territorio, permitiendo una vinculación que no existía con anterioridad en este sector”.
Cabe destacar que se han programado dos nuevas actividades que implicarán un trabajo en conjunto con las instituciones y funcionarios. En dicha oportunidad la aplicación de las metodologías se focalizará en un trabajo específico que responda a las necesidades propias de cada institución, a fin de reforzar sus protocolos internos relacionados con la gestión de riesgos y resiliencia.