La Hipertensión Arterial es una enfermedad crónica, afecta a aproximadamente 50 millones de personas en EEUU y aproximadamente 1 billón de personas en el mundo. Se presenta principalmente en adultos y en mayor proporción en adultos mayores, sin embargo, año tras años se puede observar una alta prevalencia de esta enfermedad en jóvenes, sobre todo en aquellos que son obesos y sedentarios, pero también incluso en aquellos que cultivan una vida sana.
La Hipertensión Arterial se clasifica en dos grandes grupos: hipertensión arterial esencial o primaria e hipertensión arterial secundaria. La primaria se asocia más a obesidad, antecedentes familiares de hipertensión, dislipidemias, ingesta excesiva de alcohol y sedenterismo. Pero hay también causas secundarias de hipertensión que están asociadas a determinadas patologías, que se pueden presentar en pacientes jóvenes como por ejemplo: patologías renales, feocromocitoma, hiperaldosteronismo primario, sindrome Cushing, hipertiroidismo, apnea obstructiva del sueño y otras. Un joven con una de estas patologías, aunque sea joven y no sea obeso, puede desarrollar una hipertensión. Este tipo se puede presentar a cualquier edad, y dado que es causada por una enfermedad de mayor complejidad, debe ser manejada por un médico especialista.
Dado un aumento de la prevalencia de obesidad y sedentarismo en los jóvenes, se traduce a su vez en la aparición de hipertensión arterial esencial a edad más temprana, lo cual trae un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares como infarto agudo al miocardio, accidentes vasculares cerebrales, muerte súbita y otras.
Tener antecedentes de hipertensión arterial en la familia significa que hay mayores probabilidades de desarrollar esta enfermedad, hay un grado importante de herencia, pero eso no significa que necesariamente se va desarrollar este cuadro, porque también se conjugan otros factores ambientales como la dieta, tabaquismo o la presencia de otras enfermedades.
Dependiendo de cuál sea la causa de la hipertensión, esta podría ser erradicada o controlada. Si es una HT primaria, es una enfermedad que va a permanecer siempre con el paciente y sólo va a poder controlarla, si toma medicamentos antihipertensivos y cumple adecuadamente las indicaciones. Si es secundaria, va a depender de la causa de base y si ésta puede ser tratada: si, por ejemplo, el paciente es HT por causa de una insuficiencia renal, y si ésta es tratada por medio de un trasplante, entonces se mejorará de la HT. Si es causada por un tumor que produce catecolaminas, y si el paciente se opera, se verá posteriormente aliviado de la HT.
Es muy importante un adecuado control y manejo de la hipertensión arterial ya que es un importante factor de riesgo cardivascular, que genera gran comorbilidad y muerte en la población.
Para prevenir la HT hay que mantener hábitos de vida saludable, como actividad física frecuente, evitar subir de peso, evitar el consumo de tabaco, el exceso de sal y un consumo moderado de alcohol. Asimismo, es necesario realizar un control periódico de la presión arterial, ya que la HT es una enfermedad que no da síntomas, y a veces se diagnostica cuando se presentan complicaciones, como hemorragias cerebrales, disección aórtica u otras complicaciones cardiovasculares.
Dr. Carlos Valenzuela
Médico Cirujano, Especialista en Medicina Interna
Secretario Académico Facultad de Medicina
Universidad Católica de la Santísima Concepción