El 1 de mayo fue beatificado el Papa Juan Pablo II, en el Domingo de la Divina Misericordia, un Pastor de la Iglesia Católica tan carismático que no dejó indiferente a nadie que lo haya visto cuando visitó Concepción en 1987. Los invito a revivir ese momento en un lugar casi inadvertido.
Entre la Catedral de Concepción y la oficina de la Parroquia del Sagrario se encuentra el Museo de Arte Religioso de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. En él se exhibe una gran fotografía de Juan Pablo II de ese tiempo y de los Obispos de Concepción, y una vitrina de recuerdos que mucha gente ha ayudado a crear, además de una muestra del juego de loza que la fábrica Lozapenco le regaló a su Santidad en esa ocasión.
Asimismo, este museo reúne la historia, el arte y la tradición religiosa de nuestra ciudad y de la Arquidiócesis de la Santísima Concepción, y es heredero de la colección del antiguo Museo de la Catedral, creado en 1995 por el Deán, Padre René Inostroza, y entregado en comodato a la UCSC en 1999.
Desde esa fecha la colección ha continuado creciendo, igual que el público. Al ver estos hermosos trajes, fotografías, pinturas, vasos sagrados, libros en latín, reliquias e imágenes de madera de la época colonial, muchas personas se han acercado a donar una pieza que perteneció a su familia También algunas partes de la antigua Catedral de Concepción, que cayó con el terremoto de 1939, como un par de grandes cuadros rescatados de su interior, nos recuerdan la poca memoria histórica que tenemos, olvidando que en esta zona, cada ciertos años, la tierra se mueve y con ella todo, incluso otras catedrales que tuvo nuestra ciudad. Gracias a Dios, el terremoto del 2010 sólo nos arrebató una pieza, un candelabro de madera que dejaba boquiabiertos a los más pequeños por su gran tamaño, y a nosotros nos asombra lo intactas que quedaron las piezas, incluido un busto de mármol, muy fino, que se cayó y no se quebró. No me cabe duda que el Espíritu Santo obró de manera misteriosa.
Pero sin público este lugar no tendría sentido. Y, gratamente, un promedio de 100 personas nos visita en la semana, y la mayoría son jóvenes; llegan, a veces tímidos, otras veces alborotadamente, riéndose por el extraño olor de la naftalina. Son sus risas, sus silencios, sus preguntas, su incredulidad, su asombro, su fe, su escepticismo, los que inician una conversación sobre estas colecciones que cobran vida a medida que se descubren y se relacionan con la ciudad, el país, la Liturgia, la Conquista de América, el Barroco, el Imperio Romano, el Concilio Vaticano II; con las manos y ojos de los artistas y toda la catequesis que nos entrega este museo.
Los visitantes señalan que es un sitio que invita al recogimiento y asombro, que contrasta con el ruido, ajetreo e indiferencia que existe afuera. Si no hubiera sido por lo visionario del Padre René Inostroza, que también se destacó en Concepción por crear el hogar “Ciudad del Niño Ricardo Espinoza”, las antiguas piezas de la catedral tal vez continuarían envejeciendo guardadas en el templo, sin posibilidad que nosotros las hubiéramos podido conocer. Un hombre visionario, igual que Juan Pablo II, ya que él, ahora Beato, creó la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia, mandato que fue bien recibido por nuestro ex Gran Canciller, Monseñor Antonio Moreno, y nuestro ex Rector, Monseñor Felipe Bacarreza, quienes hicieron posible este comodato para que nuestra Universidad pudiera poner a disposición de todo el público estas joyas de nuestra Arquidióceis y de la ciudad.
Los invito a conocer el Museo de Arte Religioso de la UCSC.
Verónica Zamorano Catalán
Encargada del Museo de Arte Religioso
Universidad Católica de la Santísima Concepción
V.Z.