Lo que hoy se conoce sobre la “materia oscura”, aquella que compone alrededor del 90% del universo, tiene sus fundamentos en los estudios elaborados por Vera Rubin, una de las astrónomas y científicas más relevantes de la historia, cuyas investigaciones, que incluyen estudios sobre la rotación de las galaxias espirales, inspiraron la introducción de más mujeres en la ciencia. Actualmente su nombre suena con fuerza en Chile, gracias al observatorio que se está construyendo en Coquimbo, y que cuenta con la cámara digital más grande fabricada para la astronomía óptica.
Con un telescopio de 8 metros y una cámara de 3.2 gigapixeles, el Observatorio Vera C. Rubin tendrá en 2024 la misión de realizar una exploración sin precedentes: fotografiar el cielo disponible durante 10 años, entregando valiosa información para el conocimiento astronómico. El proyecto se llama “Investigación del Espacio-Tiempo como Legado para la Posteridad” (LSST, por sus siglas en inglés), y la UCSC tendrá un rol en el proceso de puesta en marcha, mediante la validación del software que se utilizará.
Así lo explicó el académico del Departamento de Matemática y Física Aplicada, Dr. Markus Rabus, quien detalló que “junto al estudiante de la carrera de Ingeniería Civil Eléctrica, Nicolás González, estamos testeando un algoritmo que va a descubrir eventos transitorios en campos de estrellas muy densos. Esto significa que nos va a permitir ir preparándonos para la manera de analizar los datos de Rubin, lo que va a ser un gran cambio, porque antiguamente la gente tenía sus propias imágenes en su computadora, las analizaban y sacaban sus conclusiones. Acá, en cambio, las imágenes están en la nube y ya están analizadas en principio, y nosotros tenemos que simplemente buscar una manera eficiente para obtener la información que queremos”.
En el marco de esta colaboración fue que el científico de calibración y del equipo de ciencia comunitaria del Observatorio Vera C. Rubin, Dr. Andrés Plazas, dictó una charla en la UCSC, donde presentó herramientas e instancias de colaboración destinadas a la comunidad científica chilena, incluyendo a ingenieros, astrónomos, informáticos, matemáticos, ingenieros electrónicos e ingenieros de la computación, entre otros.
Una de ellas es ‘DP0’ (Data Preview 0). “En el proyecto LSST aún no tenemos datos, pero tenemos simulaciones y DP0 es como un avance de datos. La idea es que los delegados, es decir, las personas que tienen derechos sobre los datos, entre las que ya se encuentran representantes de la UCSC, puedan empezar a utilizar las herramientas que se ofrecen. De esta manera, van a poder identificar aspectos que necesiten mejorar, limitaciones, algoritmos, ente otros. Esto cambia el paradigma con el que se hacía la ciencia o la astronomía, donde cada astrónomo o cada profesional bajaba los datos a su computador. Ahora todos los delegados podrían entrar a esta plataforma y acceder a esos mismos datos”, explicó el científico del Observatorio.
Una oportunidad
“¿Qué hace que Rubin distinto de otros observatorios? La cantidad de cielo: se va a ver todo el cielo y va a ser la primera vez en la historia que se realizará este tipo de sondeos galácticos en el óptico y en el infrarrojo”, afirmó el Dr. Plazas, quien se encargó de registrar a representantes de la UCSC como delegados DP0, que les permitirá comenzar a interactuar con la plataforma científica del Observatorio.
El expositor añadió que “el campo de visión en una sola imagen va a ser de 40 lunas llenas, lo que es mucho. Vamos a crear una película digital a color del universo, eso es lo que queremos hacer con Rubin. Junto a eso, tenemos cuatro objetivos principales: queremos saber acerca de la energía oscura y la materia oscura, que es uno de los problemas más grandes, ya que el 95% de todo lo que está hecho en el universo son energía oscura y materia oscura y no sabemos qué es; formación y evolución de la vida láctea; eventos transitorios o eventos que cambian, como agujeros negros o núcleos compactos de galaxias; y el sistema solar, donde queremos hacer un mapeo de los objetos cercanos a la Tierra más grandes de 100 metros, y aquellos con órbitas que potencialmente podrían cruzarse dentro de cierto límite con la Tierra, lo que ‘defensa planetaria’”.
El académico de la Facultad de Ingeniería UCSC, Dr. Markus Rabus, agregó que “tener la posibilidad de colaborar y vincularnos con un proyecto de esta magnitud es muy relevante para nosotros como Universidad, sobre todo porque como Departamento de Matemática y Física Aplicada, y como área emergente en investigación, es una oportunidad para trabajar desde distintas disciplinas y buscar formas de aportar”.