Investigación sobre comportamiento del tornado de 2019 plantea necesidad de medidas de mitigación

Un levantamiento de dato sobre construcción y análisis de los daños que ocasionó el tornado de 2019 en las viviendas de Talcahuano fue el aspecto principal que consideró el estudio que lideró el académico de la Facultad de Ingeniería UCSC, Dr. Rafael Aránguiz, bajo el título ““Damage assessment of the May 31st, 2019, Talcahuano tornado, Chile”, donde además se da cuenta la necesidad de implementar medidas de mitigación.

Se trató de un estudio en el que participó un grupo multidisciplinario de investigadores y profesionales de varias instituciones (Departamento de Ingeniería Civil, UCSC; Observatorio de Gestión en Desastres, OGD-UCSC; Departamento de Gestión Integral del Riesgo de Desastre, Municipalidad de Talcahuano; y Centro Meteorológico de Talcahuano, Armada de Chile), donde se analizaron los efectos del tornado en distintos sectores y la respuesta de las viviendas según antigüedad y materialidad. Además, los investigadores buscaron analizar las metodologías que se usan actualmente para hacer catastro de daños después de un fenómeno natural.

“Los registros históricos muestran que los tornados han afectado la zona centro-sur de Chile de manera recurrente en los últimos 400 años, y el último evento que afectó a Concepción fue en 1934. En esta investigación se plantea la necesidad de implementar algunas medidas de mitigación, como, por ejemplo, aumentar la exigencia de los códigos de diseño en zonas expuestas a amenaza de tornados. Además, es importante crear conciencia sobre la autoconstrucción, la que debería cumplir estándares mínimos no sólo para tornados, sino también para otros fenómenos naturales”, explicó el Dr. Rafael Aránguiz.

Daños en viviendas

De acuerdo a la Dirección Meteorológica de Chile, el tornado inició frente a la Caleta El Soldado, y luego se trasladó en dirección sureste frente a la ciudad de Talcahuano, casi paralelo a la autopista Concepción-Talcahuano. Respecto de los principales resultados obtenidos, el investigador de la UCSC detalló que “la investigación en terreno mostró que los principales daños observados fueron rotura de vidrios y voladura de cubierta de techos. Pocas construcciones sufrieron voladura de techo en su totalidad. Además, se evidenció que las viviendas construidas en los últimos años, sufrieron menos efectos que las viviendas antiguas, lo que podría significar una mejora, tanto en los materiales como en los sistemas constructivos. Por último, se observó también que las ampliaciones de viviendas tuvieron más daños que las viviendas originales, lo que indica que estas (ampliaciones) o la autoconstrucción no siempre consideran estándares mínimos, tanto en los materiales como en los sistemas constructivos”.

En el estudio se reportaron datos de tres estaciones meteorológicas, dos de ellas ubicadas muy cerca y otra en la misma trayectoria del tornado. De esta manera, se observó que el tornado se comportó de manera intermitente a lo largo de su trayectoria, aumentando y disminuyendo la intensidad. Además, se comprobó que el daño ocasionado por el tonado demuestra que las características físicas de este tipo de fenómenos son diferentes a los temporales y que las viviendas no siempre están preparadas para resistir este tipo de efectos. La investigación está disponible aquí.