Mirar el autismo con ojos humanos y sin prejuicios – UCSC
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Mirar el autismo con ojos humanos y sin prejuicios

Por Marcela Mora Goth, académica Facultad de Comunicación, Historia y Cs. Sociales UCSC

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que se caracteriza principalmente por dificultades en la interacción social y la comunicación. Pero hablar de TEA también es hablar de familias que recorren largos caminos en busca de un diagnóstico, de una sociedad que aún carece de suficiente conocimiento sobre el tema y de una creciente oferta de servicios profesionales que no siempre responden adecuadamente a sus necesidades.

El diagnóstico suele estar rodeado de dudas, dado lo diverso de sus manifestaciones. En el pasado, diagnósticos como autismo o síndrome de Asperger se consideraban categorías independientes; hoy forman parte de un mismo espectro. Esta agrupación puede facilitar el trabajo de los equipos de salud, pero también puede generar confusión en la comunidad, ya que bajo una misma sigla se incluyen personas con realidades muy distintas: desde quienes tienen grandes dificultades para comunicarse hasta quienes parecen ser los más “aventajados” en su entorno.

Es fundamental recordar que detrás de cada diagnóstico hay una persona con particularidades únicas, cuya forma de actuar, pensar y sentir puede diferir de lo que se considera “normal” (entendido como lo más frecuente). Y dentro de esas diferencias pueden estar también sus mayores fortalezas. Características como los intereses restringidos o los pensamientos obsesivos —que en la infancia pueden parecer síntomas molestos o limitantes—, en la adultez pueden convertirse en ventajas que permitan a esa persona destacar y contribuir positivamente en distintos contextos.

Desde esta perspectiva, el TEA no debe ser visto como un determinante de éxito o fracaso, sino como un punto de partida hacia múltiples trayectorias posibles. El entorno, el acompañamiento familiar y una intervención oportuna son elementos clave para que cada persona, más allá de cualquier condición, pueda desplegar su potencial en plenitud.

Cada 2 de abril se conmemora el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, instaurado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2007. Esta jornada busca promover la plena inclusión de las personas autistas en todos los ámbitos de la vida social, reconociendo sus derechos y libertades fundamentales. Gracias al trabajo incansable de defensores y comunidades comprometidas, hoy existe mayor conciencia sobre el autismo.