Cada 5 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Voluntarios, una fecha que reconoce el aporte de quienes sirven de manera desinteresada en distintos ámbitos de la sociedad. En este contexto, el Papa León XIV ha señalado que el voluntariado es un camino privilegiado para fortalecer la dignidad humana y construir comunidades más fraternas.
El sentido del servicio voluntario
A nivel global, el voluntariado se reconoce como una expresión concreta de solidaridad, cercanía y responsabilidad con el bien común. En palabras del Papa León XIV, “quien sirve abre un espacio donde la esperanza puede volver a respirar”, subrayando el valor humano y espiritual que surge cuando alguien se dispone a acompañar a otro.
El pontífice también ha insistido en que el servicio social no debe entenderse como filantropía ocasional, sino como un compromiso sostenido con la realidad: “El voluntariado nos enseña a mirar al otro no como un dato social, sino como un rostro que merece ser acogido con respeto y compasión”.
Voluntariado y compromiso desde la UCSC
Durante este año, la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) desarrolló una serie de voluntariados permanentes orientados al acompañamiento de personas adultas y mayores, así como de personas privadas de libertad. Entre ellos se cuentan las visitas y apoyo en Fundación Las Rosas, el Hogar Santa Teresa de Calcuta de Talcahuano y el Hogar Juanita Espinoza de Hualpén, además del acompañamiento realizado en la Pastoral Carcelaria del Complejo Penitenciario El Manzano. Estas iniciativas se centraron en ofrecer presencia, contención y acompañamiento digno a quienes viven situaciones de soledad, dependencia o reclusión, fortaleciendo vínculos comunitarios y promoviendo una cultura de cercanía y cuidado.
En paralelo, la Universidad impulsó voluntariados dirigidos a niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad, desplegados en Ciudad del Niño, la Protectora de la Infancia Leonor Macayano, la Residencia Buen Pastor y Fundación En Tus Manos. A ello se sumaron acciones solidarias con personas en situación de calle a través del Espacio de Misericordia y el Café Fraterno, donde se ofrecieron alimentos, compañía y escucha. En total, estas labores movilizaron a 263 voluntarias y voluntarios de distintas carreras y unidades, reafirmando el compromiso universitario con el servicio y la transformación social.
Para Francisco Burgos, encargado de Voluntariados de la UCSC, estas experiencias no solo aportan a la comunidad, sino que constituyen una forma concreta de vivir la fe: “Los voluntariados son encuentros con la persona de Jesucristo: lo reconocemos en las personas mayores, en quienes viven en situación de calle, en la pobreza, en las niñas, niños y adolescentes vulnerables, o en las personas privadas de libertad. No buscamos ser héroes, sino no ser indiferentes ante las dificultades de la realidad. Queremos hacer un aporte que dignifique a cada persona en sus distintas condiciones”. Sus palabras resumen el corazón de este servicio, que nace del deseo de acoger, acompañar y contribuir a una sociedad más justa y humana.
A través de estos espacios, la UCSC reafirma su Identidad Católica y su misión de formar personas comprometidas con el bien común, capaces de mirar el mundo con misericordia y actuar con responsabilidad social. El Día Internacional de los Voluntarios se transforma así en una ocasión para celebrar, agradecer y renovar el compromiso de seguir construyendo una comunidad al servicio de quienes más lo necesitan.