Herbert Read, en Educación por el Arte, propone «no hacer de todos los individuos artistas, sino acercarles los lenguajes de las distintas disciplinas artísticas, que les permitan nuevos y distintos modos de comunicación y expresión, desarrollando las competencias individuales interrelacionadas con lo social, a través de la sensibilización, la experimentación, la imaginación, y la creatividad. En síntesis, formar una comunidad que practique y disfrute de actividades artísticas y hechos creativos, o sea, reivindicar los lenguajes artísticos como formas estéticas de comunicación entre los hombres».
Es evidente que el arte brinda la oportunidad y la posibilidad de conocer los códigos de las diferentes disciplinas que lo integran. Estos conocimientos son necesarios para acceder a las distintas experiencias creativas existentes, y, por lo tanto, saberse capaces y con derecho a disfrutarlas y también a producirlas.
La actividad creadora es toda realización humana que crea algo nuevo, ya se trate de reflejos de algún objeto del mundo exterior, o bien de determinadas construcciones del cerebro o del sentimiento, que viven y se manifiestan sólo en el propio ser humano. Toda actividad humana que no se limite a reproducir hechos o impresiones, sino que cree nuevas imágenes, nuevas acciones, pertenece a la función creadora o combinadora, la cual hace que el hombre se proyecte hacia el futuro, contribuyendo a crear y a modificar su presente. Toda actividad creativa, además, se relaciona con la experiencia acumulada. Por lo tanto, es necesario ampliar la experiencia desde el punto de vista pedagógico, si queremos brindar una sólida base para la actividad creadora, ya que ésta es producto de la combinación de todos estos elementos, lo que constituye algo nuevo.
La Dirección de Extensión Artística y Cultural de la UCSC, se esfuerza por contribuir a posicionar la imagen de la UCSC, realizando las actividades culturales con los principios de la fe cristiana; a la formación integral de la comunidad estudiantil y regional, desarrollando acciones, que posibiliten el conocimiento, el disfrute, la difusión y la producción del arte en sus diversas manifestaciones.
Este conocimiento de los lenguajes artísticos, contribuye a alcanzar competencias complejas, relacionadas con el desarrollo de la capacidad de abstracción, a la construcción de un pensamiento crítico y divergente, y a la apropiación de valores culturales. Al apropiarse de estos conocimientos, el ser humano realiza su propia elaboración, y producción de expresiones artísticas; además, lo capacita para apreciar las creaciones de los demás, del pasado, del presente, del ámbito local o mundial.
No olvidemos que el arte es historia, es lenguaje de una época y cultura; el arte no es sólo de un hombre, es patrimonio de la humanidad.
Gloria Varela Betancur
Directora de Extensión Artística y Cultural
Universidad Católica de la Santísima Concepción
G.V.