El Banco Central de Chile presentó en Concepción el Informe de Política Monetaria, IPoM, correspondiente a septiembre de 2022. La actividad se realizó en la Sala de Teatro del Centro de Extensión UCSC, a cargo del consultor Luis Felipe Céspedes.
En el reporte, se destacó que se ha registrado un aumento muy significativo de la inflación, y que seguirá afectando los ingresos de las familias y empresas. En el resumen, el ente emisor indica que la inflación ha llegado a cifras que no se veían hace décadas, producto del significativo incremento del gasto en 2021, las alzas de los precios mundiales y los problemas en las cadenas de suministro global.
“Afecta el poder adquisitivo de las personas, y por lo tanto disminuye su bienestar. La principal contribución del Banco Central al bienestar, viene dada por la estabilidad de precios, que está en nuestro mandato constitucional, con una inflación baja y estable. Y tenemos el objetivo inflacionario que converja al 3% en el horizonte de política a dos años”, señaló Céspedes.
El aumento de los precios ha reducido de forma importante la capacidad de compra de las familias, debido a que el alza ha sido más rápida que el aumento de los sueldos. Desde el Banco Central sostienen que las proyecciones indican que la inflación comenzará a bajar en los próximos meses y en 2023 volverá a valores cercanos a la meta planteada.
En la oportunidad, también estuvieron presentes el Gobernador del Biobío, Rodrigo Díaz, y el Rector de la UCSC, Dr. Cristhian Mellado, quien reconoció que “estamos en un momento complejo de nuestra economía, sabemos que a mediano plazo enfrentamos una situación ajustada, marcada por los altos niveles de inflación, tasas de interés, y un sustantivo aumento de los costos operacionales, situación que afecta a la economía mundial producto de la pandemia, conflictos bélicos, cambios climáticos, entre otras razones, y que nos hace estar muy atentos a lo que desarrollamos en nuestro quehacer”.
Cifras
El IPoM de septiembre de 2022 destaca que la inflación llevará a crecimientos negativos de la economía por algunos trimestres, lo que es necesario para que el país vuelva a crecer a niveles sostenibles en el tiempo y se corrijan los desequilibrios económicos que se generaron durante la pandemia.
En cuanto a las cifras, la economía crecería por debajo de su potencial por varios trimestres más, con lo que la brecha seguirá reduciéndose y se ubicará en niveles negativos a partir de fines de este año. Esto se traduce en que el producto interno bruto, el PIB, tendrá una variación anual entre 1,75 y 2,25% este año, entre -1,5 y -0,5% en 2023 y entre 2,25 y 3,25% en 2024.
Por otra parte, se pronostica una caída en la inversión de -3,3% para lo que resta de este año, lo que se profundizará en 2023 con un -4,7%. Recién se moderará en 2024, alcanzando el 2,9%.
“Necesitamos una economía que converja hacia un nivel sostenible en el tiempo. Desde el punto de vista del bienestar económico, podamos transitar por una trayectoria creciente de actividad económica, consumo e inversión, pero que no sea de grandes volatilidades en torno a esas tendencias”, agregó Luis Felipe Céspedes.
Asimismo, señaló que un elemento que tenemos que monitorear, porque es una variante relevante, “es la variación de la inversión, que ha seguido reduciéndose, y hemos tenido una entrada de nuevos proyectos que permanece aún baja”.
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Índice sectorial regional
Asimismo, en la oportunidad la UCSC presentó el proyecto de creación del Índice Sectorial de Actividad Económica (iSAE), indicador de carácter regional que permitirá entregar información actualizada y pertinente de la economía regional.
Se trata de un proyecto levantado por académicos de FACEA UCSC, y que se adjudicó aportes del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R). La iniciativa pertenece a los ocho proyectos adjudicados por la UCSC, y es liderada por el académico de FACEA, Andrés Ulloa, quien en la oportunidad destacó que el valor de la información que proporcionará la iniciativa, útil en actividades productivas, proyectos públicos, infraestructura y toma de decisiones, y que actualmente no está disponible, pues no se actualiza, no es oportuna, no se comprende o no puede proyectarse.
“Lo que buscamos es trabajar con datos y transformarlos en información útil. Y conocimiento de cómo se usan los datos, porque el proyecto quiere generar indicadores locales, pero también enseñar cómo se usan estos indicadores, para caracterizar el desempeño económico de la región”, señaló Andrés Ulloa.