Currículo por competencias: ¿Mito o realidad? – UCSC
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Currículo por competencias: ¿Mito o realidad?

Por Raúl Escobar Maturana, académico Instituto Tecnológico UCSC
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Desde hace un tiempo se ha puesto especial énfasis en las instituciones de educación superior de Latinoamérica, y de Chile en particular, respecto de la implementación del currículo basado en competencias y demostración de resultados de aprendizaje. En este sentido, tanto las propias casas de estudios como el Ministerio de Educación de nuestro país, a través de sus proyectos concursables Mecesup, financian iniciativas que apuntan hacia la instalación de este modelo curricular.

Básicamente el currículo basado en competencias persigue reemplazar al basado en contenidos y sobre el que hemos construido nuestras innumerables generaciones de profesionales y expertos en muchas áreas del conocimiento. El cambio implica una formación más integral, donde además del conocimiento (contenidos), es importante el desarrollo de la persona individual y como ser social, implicando finalmente la aplicación de los conocimientos adquiridos.

La implementación ha significado grandes inversiones, especialmente en lo que se refiere a capacitación docente. Por lo demás, cada institución se enorgullece de esta implementación y lo utiliza como aspecto positivo para la captación de potenciales estudiantes.

Sin embargo, creo que para que este modelo curricular no sea sólo un fantasma o mito, es necesario modificar las prácticas pedagógicas, es decir, son los docentes en el aula quienes deben “aterrizar” el currículo para que se generen de verdad los cambios tan esperados. Contamos con docentes altamente capacitados en la temática, pero encontramos pocos empoderados  y quienes han generado sus propios cambios para contribuir a un cambio más general o globalizado. En definitiva, la aplicación es escasa y las clases siguen siendo las mismas, contradiciendo gravemente lo que declaran las propias instituciones educativas.

Se hace necesario entonces crear los “controles de calidad” que nos permitan verificar una real instalación del modelo, que explique y de alguna manera justifique las grandes inversiones que se están haciendo, considerando los esfuerzos institucionales y del propio Estado, porque para seguir haciendo más de lo mismo, pero con otro nombre, no necesitamos capacitación alguna.

Por todo lo anterior, me pregunto si el modelo curricular basado en competencias es sólo un mito o llegará a ser una realidad sólida y efectiva, especialmente en la formación de técnicos de nivel superior, donde el “hacer” cobra vital importancia.

Raúl Escobar Maturana
Director (A) de Proyecto Mecesup
Académico Instituto Tecnológico
Universidad Católica de la Santísima Concepción