En Chile se celebra el día del Kinesiólogo el 6 de mayo, fecha que conmemora la publicación de la ley de Colegios Profesionales de 1969.
Si bien el Kinesiólogo participa en forma más o menos directa en el cumplimiento de todos los objetivos sanitarios de la década, hay algunos en los que su rol es preponderante, tal como, “Prevenir y reducir la morbilidad, discapacidad y mortalidad prematura por enfermedades crónicas, trastornos mentales, violencia y traumatismos”, particularmente en lo que refiere a discapacidad, su prevención y tratamiento.
Ahora bien, es claro que Chile es un país envejecido. Se espera que en el 2025, unos tres millones de personas al menos tengan más de 60 años con un incremento de los mayores de 80 años.
Esto, considerado por muchos un éxito del desarrollo, tiene profundas repercusiones económicas, sociales y sanitarias. Desde el punto de vista sanitario, el control de las enfermedades infectocontagiosas ha dado paso al aumento y desarrollo de las enfermedades crónicas no transmisibles. Es así que la mortalidad por neumonía se ha reducido en las últimas décadas y patologías como la diabetes aumentan más allá de las peores proyecciones esperadas. Frente a este escenario ¿cuál es el rol que debe cumplir el Kinesiólogo en un país que envejeció y que se enferma en forma diferente?
Ya el Kinesiólogo presta una enorme contribución en la reducción de la tasa de enfermedades transmisibles. Prueba de ello es la reducción en hospitalizaciones y mortalidad por causas respiratorias.
En relación a los efectos de las enfermedades crónicas en la salud de las personas mayores, el Kinesiólogo no solo trata y rehabilita a personas con discapacidad y dependencia, sino también cumple un rol preventivo.
Para finalizar, el Kinesiólogo integrado a los equipos de Salud comparte la responsabilidad de educar a la comunidad en el desarrollo de hábitos y estilos de vida saludables. En este sentido, la práctica de la actividad física, a lo largo de todo el ciclo vital, podría ser la gran estrategia que logre el mayor y mejor impacto en salud pública de la década.
Para cumplir con todo esto se requiere de Kinesiólogos cuyo norte sean el compromiso con la comunidad, la sabiduría para escuchar y buscar soluciones innovadoras a los problemas y la convicción de que más temprano que tarde la Kinesiología será el gran aporte a la Salud Pública que este país requiere.
Víctor Pérez
Kinesiólogo
Jefe de Carrera de Kinesiología
Universidad Católica de la Santísima Concepción