Desperdicio de alimentos: un problema con consecuencias medioambientales - UCSC
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Desperdicio de alimentos: un problema con consecuencias medioambientales

La pérdida y el desperdicio de alimentos son problemáticas de gran magnitud, tanto a nivel global como local, que tienen repercusiones económicas, sociales y medioambientales. En la Región del Biobío, esta situación ha cobrado relevancia en los últimos años, especialmente a raíz de la implementación de programas como los microbancos de alimentos, que buscan reducir el desperdicio y mitigar sus efectos negativos en el entorno.

Por ejemplo, en octubre de 2023, se proyectó que, a través de los microbancos de alimentos, sería posible recuperar hasta 3 toneladas de alimentos. Este programa, financiado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia en colaboración con Elige Vivir Sano, la Corporación Observatorio del Mercado Alimentario (Codema) y la Asociación Chilena de Organizaciones de Ferias Libres (ASOF), tiene como objetivo rescatar alimentos aún aptos para el consumo humano y donarlos a comedores populares e instituciones, evitando así su eliminación.

El desperdicio de alimentos no solo implica una pérdida de recursos económicos, sino que también tiene graves consecuencias ambientales. Por cada kilogramo de comida desperdiciada, se generan aproximadamente 2,5 kilogramos de CO2, uno de los gases responsables del calentamiento global. A nivel ambiental, esto contribuye al cambio climático, afectando directa e indirectamente la producción alimentaria. Además, la gestión ineficiente de recursos como el agua y la tierra fértil, necesarios para la producción de alimentos, ejerce una mayor presión sobre los ecosistemas.

Ante esta problemática, diversas iniciativas han surgido para reducir el desperdicio de alimentos en Chile. Una de ellas es que los supermercados ofrecen alimentos que tienen pronto su fecha de vencimiento o tiene defectos en la presentación, pero que mantienen su calidad, son vendidos a precios reducidos, brindando una opción económica a los consumidores y reducir la cantidad de alimentos que terminan en los vertederos.

Por otro lado, los consumidores pueden reducir el desperdicio de alimentos a través de varias acciones. Por ejemplo, planificar las compras y comprar sólo lo necesario para prevenir que los alimentos se deterioren. Además, aprender a usar todas las partes de los alimentos y aplicar técnicas adecuadas de conservación ayuda a maximizar su uso, mantener su calidad y extender su vida útil, lo que contribuye a reducir el desperdicio en el hogar.

Abordar el desperdicio de alimentos es esencial no solo para proteger el medio ambiente, sino también para garantizar un uso más eficiente de los recursos que beneficiará a comunidades enteras. A través de la colaboración entre gobiernos, empresas y consumidores, es posible avanzar hacia un futuro más sostenible y responsable.