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El tormento y autonomía

Por UCSC
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Uno de los efectos que produjo la ocupación francesa en España, fue el reforzamiento de los principios de humanismo, igualdad y libertad, que se cristalizaron el 12 de Enero de 1810, cuando la junta de legislación de las Cortes de Cádiz, creyó necesario comenzar la formulación de la Constitución que regiría el destino de la población. Para eso, una de las reformas más importantes trató sobre la libertad civil del ciudadano, desterrando para siempre de la legislación española la pena del Tormento, que  consistía en el castigo físico del acusado, quien ante el poder de la Corona, no contaba con los medios que proveyeran herramientas para un juicio justo.

En los largos años que se sucedieron entre el descubrimiento y conquista de los territorios americanos, múltiples eran las penas y castigos para las personas que se oponían a los designios de la corona española. La pena del Tormento, una de las más resistidas y temidas por los criollos de los distintos virreinatos y capitanías, a más de 300 años del descubrimiento de América, seguía angustiándolos constantemente. Las colonias vivían una época de artificial paz, por lo que el descontento de sus poblaciones respecto de la brutalidad de algunos castigos, amenazaba a las fuerzas realistas con una rebelión solapada.

En Chile ya comenzaban a florecer los sentimientos independentistas, por lo que nuestra burguesía local hacía sentir sus deseos de mayor autonomía de la madre patria, a través de actos y reuniones. Numerosos son los hechos que dejaban en claro que un movimiento crítico era inminente y no se vislumbraba una fuerza realista que fuera capaz de frenarla.

Constanza Olea González
Estudiante de 3º año
Licenciatura en Historia UCSC