La actualidad del pensamiento de Santo Tomás de Aquino – UCSC
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La actualidad del pensamiento de Santo Tomás de Aquino

Por María Angélica Moncada, académica Facultad de Estudios Teológicos y Filosofía UCSC

Santo Tomás de Aquino, el doctor angélico, doctor de doctores como ha sido frecuentemente nombrado es, sin lugar a duda, pensador de muchísima actualidad y esto expresado desde su propia doctrina, desde sus propias reflexiones teológicas y filosóficas. Más aún, debemos decir que es la misma doctrina tomista la que obliga al lector de sus textos y, de modo especial, a los seguidores en profundidad de su pensamiento, a abrirse a todo conocimiento y a toda verdad. En este punto no podemos olvidar su famosa expresión: ¡La verdad venga de donde venga ¡

La lejanía en el tiempo y las diversas circunstancias históricas en las que hoy nos desenvolvemos, entre otras muchas variables, quizás nos hagan percibir el pensamiento propuesto por el Aquinate, impotente frente a los desafíos contemporáneos. Sin embargo, la actitud de diálogo frente a la búsqueda de la verdad es signo inequívoco de la atemporalidad de la doctrina de este pensador. La reflexión de Tomás de Aquino, recordemos, se inicia, habitualmente, planteando una duda, una interrogante, o como dirían hoy una incógnita de grueso calibre con la intención de contribuir con la sana doctrina cristiana. Más, luego, y esto es lo que deseo subrayar, no da una inmediata respuesta sin más. El maestro acude a diversas, y, muchas veces, encontradas respuestas que los más autorizados o los más influyentes han dado al respecto. Por ejemplo, es el mismo Santo Tomás quien se pregunta, sin miedo y abiertamente, por la existencia de Dios. Para responder recurre a los más autorizados y va revisando cada uno de sus argumentos y contraargumentos. Si esto no es apertura no sé qué pueda serlo.

Un aspecto fundamental del pensamiento de Santo Tomás de Aquino que es pertinente a las preocupaciones del hombre de hoy y que actualiza las reflexiones del Aquinate, se refiere a la real relación entre fe y razón que sustenta. En su doctrina, claramente, no hay ruptura entre fe y razón, sino que ambas son vías que el hombre puede recorrer para conocer la verdad de la realidad. Una vía, la Fe, nos rebela la verdad pues por nuestros solos medios no la podríamos alcanzar o porque sólo algunos privilegiados la encontrarían. La otra vía, la vía de la razón nos permite alcanzar por nosotros mismos conocimientos acerca de la realidad, con todo lo de humano y precario que esta facultad puede tener. Somos creados libres y con una natural ansia de verdad y de amor al saber y al conocer.

Para santo Tomás, vuelvo a insistir no hay ruptura entre fe y razón, por el contrario, somos creados para alcanzar libremente la comunión con Dios, la unión con Él. El conocimiento humano, la potencialidad, la posibilidad de conocer para el hombre no tiene límites. Lo que hoy día, deben urgentemente limitarse son los medios y los fines por los cuales investigamos o queremos conocer. La dignidad de realidad de la persona humana, que el mismo Santo Tomás pone en la palestra, es la que limita los medios y los fines en la investigación.

La actualidad del pensamiento de Tomás le viene dada por esa tremenda apertura a la verdad. Verdad que cualquier hombre puede alcanzar, tanto creyente como ateo, tanto moro como cristiano, agnóstico o gnóstico, místico como ciudadano común.

Debemos recordar, a su vez que es este nuestro grandísimo pensador intenta guiarnos hacia una Fe razonada. La razón, la inteligencia humana, que es una facultad una potencialidad ordenada a conocer, es un instrumento valiosísimo que Dios otorga al ser humano. Dios quiere que conozcamos todas las cosas y desde allí, conocerlo y contemplarlo a Él. El uso de la inteligencia para conocer y esta búsqueda incesante de la verdad es lo que actualiza la doctrina de Santo Tomás de Aquino.