Papa León: el amor a los pobres, una urgencia - UCSC

Papa León: el amor a los pobres, una urgencia

Imagen de portada

El 9 de octubre se ha dado a conocer la primera Exhortación Apostólica del Papa León XIV, Dilexi Te (Te he amado), sobre el amor a los pobres. Aunque empezó a ser preparada por Francisco, el hecho de que sea el primer documento solemne del nuevo Papa es un signo elocuente de lo que León XIV considera importante para los cristianos y la Iglesia de hoy.

El Papa aporta diversos elementos para una mejor comprensión de la pobreza. Nos recuerda que no es una única condición homogénea, sino que se expresa en múltiples formas de empobrecimiento económico y social. Que no es una casualidad o un ciego o amargo destino, sino causada por estructuras de pecado e injusticia que provocan enormes desigualdades. Que la economía se organiza en la sociedad de un modo que hace muy difícil la solidaridad interhumana y se convierte, a menudo, en “una economía que mata”.

Sobre todo, nos ofrece una mirada teológica y cristológica de la pobreza, recordando el amor de Dios por los pobres y cómo Él mismo se hizo pobre en Cristo para manifestarnos su cercanía. También nos recuerda cómo la Iglesia ha de caminar pobre con los pobres, convirtiéndose en un espacio y en una comunidad en que los pobres tengan siempre un lugar privilegiado.

Uno de los acentos del documento es destacar la estrecha relación que hay entre el afecto al Señor y el afecto a los pobres, entre el amor a Cristo y el llamado a acercarnos a los más frágiles, recordando que no se puede amar a Dios sin extender ese amor al hermano. Este vínculo inseparable entre la fe y los pobres hace que la caridad hacia los necesitados no sea solo una virtud moral, sino una expresión concreta de la fe en el Verbo encarnado. En línea con la Palabra de Dios, hay que volver a afirmar que el amor al pobre no es una vía opcional, sino un criterio fundamental del auténtico culto.

Pero, ¿cuál es la intencionalidad central del Papa al escribirnos este documento? ¿Qué llamado nos quiere hacer, recordándonos estas enseñanzas que no son nuevas, pero que son expresadas de una manera renovada?

León XIV nos quiere hacer sentir la urgencia de abrir nuestras vidas a los pobres: dedicarles tiempo, prestarles atención, caminar con ellos como hermanos, buscando con ellos y desde ellos la transformación de las situaciones de injusticia; sin pretender “llevarles a Dios”, sino descubriendo su presencia en medio de ellos. Por eso muestra, acudiendo a la Biblia y a la historia de la Iglesia, cómo el amor a los pobres ha sido un elemento esencial de la historia de Dios con nosotros y de la vida eclesial. Este es el camino que tenemos que recorrer.

Esta urgencia de amar a los pobres es necesaria porque hoy nos circunda la tentación de desentendernos de los demás, de mirar hacia otro lado, como en la parábola del buen samaritano, de vivir de espaldas al dolor del hermano. Vivimos en una cultura autorreferencial y, a menudo, nos incomoda ver el sufrimiento de los otros; preferimos mirar para otro lado. El Papa observa esto no solo en la sociedad, sino también en la Iglesia, donde hay cristianos que manifiestan carencias o ausencias en el compromiso con el bien común y en la defensa y promoción de los más débiles, reduciendo la fe al ámbito privado.

El corazón de Dios escucha el grito de los pobres; así ha de ser también el corazón del cristiano.