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Precauciones con la enfermedad de la rabia

Por Tania Grant Riquelme, académica Facultad de Medicina UCSC

Cada 28 de septiembre se conmemora el Día Mundial contra la Rabia, para promover la lucha contra esta importante zoonosis con amplia  presencia a nivel mundial, por lo que es necesario contar con medidas de precaución para esta enfermedad letal que afecta a humanos como mascotas.

Hasta la actualidad esta enfermedad no posee ningún tratamiento 100% efectivo, situación que aumenta el riesgo dentro de la sociedad, puesto que no solo afecta a los humanos, sino también a las mascotas, con las cuales se mantiene un contacto estrecho diariamente.

Se estima que a nivel mundial, 60 mil personas mueren cada año por causa de la rabia, enfermedad zoonótica viral, que producto de su letalidad y la no existencia de un tratamiento con una completa eficacia, sigue siendo de extrema importancia para la salud pública. 

Para ver mejoras es fundamental darle a la salud un enfoque más singular, en otras palabras, presentarla como ‘Una salud’, esto implicaría reconocer que la salud de los seres humanos, los animales domésticos y silvestres, las plantas y el ambiente en general están estrechamente vinculados y son interdependientes.

En Chile se ha logrado la eliminación de la rabia humana de origen canino, es decir, la que es provocada por la mordedura de un perro que se encuentra infectado con las variantes V1 y V2. El éxito se le atribuye a que el país ha mantenido los compromisos de acciones de vigilancia y prevención de este virus mortal, además de los programas de vacunación a las mascotas (única forma que nos protege) y a las personas expuestas al riesgo que se han puesto en práctica.

Sin embargo, siguen existiendo otros tipos de variantes en especies de murciélagos insectívoros, ellos han ocasionado los últimos casos de rabia humana de los que se tienen registro. Estos animales que desempeñan un rol ecológico importante dentro del control de plagas de insectos, presentan hábitos antropofílicos y la causa que los convierte en un riesgo es que habitan en centros urbanos, muy cerca de la gente y las mascotas.

Aún no es posible diagnosticar la rabia humana sin la previa aparición de síntomas neurológicos, por esta razón y con el objetivo de impedir la propagación del virus al sistema nervioso central. Si una persona es mordida por un animal sospechoso de rabia, se recomienda el lavado inmediato y profuso de la herida por 10 minutos con agua y jabón y la impostergable vacunación cuyo protocolo incluye la aplicación de 5 dosis en un plazo de 28 días, dado que, una vez que aparecen los indicios, la enfermedad muestra cifras de letalidad cercanas al 100%.