La inminente preocupación de autoridades, investigadores y vecinos se intensifica ante la saturación del suelo provocada por las intensas lluvias que han azotado en la Región del Biobío durante las últimas semanas.
Los eventos meteorológicos han desencadenado principalmente remociones en masa, un fenómeno natural, también conocido como deslizamientos, derrumbes o aluviones, que se refiere al desplazamiento de suelo, roca u otros materiales pendientes abajo. Esto puede manifestarse de diversas maneras, incluyendo desprendimientos, caídas, deslizamientos, flujos y avalanchas, afectando tanto la geología como las infraestructuras.
En este contexto, los académicos de la Facultad de Ingeniería UCSC, Dra. María Teresa Bull, Dr. Robert King y Dr. José Montenegro, analizaron la remoción en masa y sus implicancias en el Gran Concepción. En el caso de la Dra. Bull explicó que “la remoción en masa puede generar erosión del suelo, cambios en la topografía y mayor inestabilidad en laderas. En cuanto a las infraestructuras, provoca daños en edificaciones, carreteras, y el suministro de energía y agua potable, especialmente si se encuentran en áreas propensas a estos fenómenos”.
En el Gran Concepción, las recientes lluvias intensas han incrementado la saturación del terreno y elevado el nivel del agua subterránea, lo que reduce la resistencia del suelo y aumenta el riesgo de deslizamientos. Al respecto, el Dr. King señaló que “la construcción y la deforestación desprotegen las capas superiores del suelo, incrementando la vulnerabilidad. Además, sismos y vibraciones de camiones o trenes pueden desencadenar deslizamientos en áreas inestables”.
“El impacto antrópico no es la causa principal de estos eventos, sino más bien un factor que se suma a otros, como la construcción sobre coronas o el corte del pie de laderas, los cuales culminan en remoción en masa”, agregó el académico King.
Asimismo, los académicos coincidieron que las zonas especialmente afectadas por los deslizamientos de tierras reportados en los últimos días, como Tomé, Talcahuano, Santa Juana, San Pedro de la Paz, Penco y Concepción, son producto de la deforestación para construir viviendas sin tratamientos adecuados o con taludes inapropiados.
Medidas preventivas
Los expertos enfatizaron que es necesario evaluar el riesgo de remoción en masa en la Región del Biobío, utilizando tecnologías avanzadas, como imágenes satelitales, mapeo mediante drones y el sistema LiDAR (dispositivo que utiliza luz láser para medir distancias). Estas herramientas se pueden complementar con evaluaciones en terreno y laboratorio basadas en modelos conceptuales.
El Dr. Montenegro destacó que “se recomienda una monitorización periódica de movimientos del terreno y la profundidad del agua subterránea. Esto permite detectar y prevenir deslizamientos, proporcionando tiempo para evacuar a la población si es necesario”.
Por su parte, los propietarios de viviendas pueden tomar diversas medidas preventivas para minimizar el riesgo de deslizamientos en sus propiedades. Estas incluyen no construir en laderas sin un manejo adecuado de taludes, monitorear el terreno en busca de grietas o inclinaciones anormales, asegurar un drenaje adecuado para evitar la saturación del suelo, controlar la vegetación cercana y estabilizar el suelo mediante terrazas o barreras físicas. Consultar a expertos para obtener las medidas más efectivas desde el punto de vista económico también es recomendable.
En cuanto a los signos tempranos de un posible deslizamiento de tierra cerca de viviendas, estos pueden incluir ruidos profundos provenientes de la tierra, agua que escape en el pie de la ladera o talud, y grietas en la parte superior (corona) de la ladera o talud.
Los académicos afirmaron que, en caso de un deslizamiento, los residentes evacuen inmediatamente, informen a las autoridades y consulten a expertos para evaluar la situación. Para la recuperación y reconstrucción de las áreas afectadas, es crucial que geólogos e ingenieros realicen evaluaciones y recomienden acciones mitigadoras, considerando la historia del terreno. Esto evitará desastres futuros y, en el peor de los casos, pérdidas de vidas humanas.
Regulación y conciencia pública
En Chile, la Ley General de Urbanismo y Construcciones y los Planes de Ordenamiento Territorial regulan la estabilidad de suelos y la prevención de riesgos geológicos. El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) juegan roles cruciales en la identificación, evaluación y manejo de riesgos, proporcionando alertas a las comunidades. En este sentido, los académicos aconsejan a las autoridades locales actualizar los planes reguladores comunales y establecer sistemas de alerta temprana.
Además, para aumentar la conciencia y educación pública sobre los riesgos y medidas de seguridad relacionadas con la remoción en masa, se recomienda realizar charlas y presentaciones en áreas públicas. Es de vital importancia que las comunidades colaboren informando a las autoridades sobre cualquier anomalía y evitando construir o modificar pendientes sin consultar a expertos.
En cuanto a la investigación sobre remoción en masa en Chile, esta aún es incipiente. En el contexto del cambio climático y el desarrollo urbano, es esencial monitorear constantemente los factores que afectan las amenazas geológicas y afinar los modelos de predicción para mejorar la gestión del riesgo. De esta manera, la académica Bull afirmó que “las lluvias anómalas de los últimos años por el cambio climático han demostrado que debemos reevaluar y afinar modelos de falla de taludes”.