Un complejo escenario es el que, en la actual contingencia, viven las mujeres víctimas de violencia doméstica. Lo anterior, debido a que estos tiempos de aislamiento social, las fuerzan a estar todo el día en compañía de quienes las agreden.
De igual modo, la permanencia en los hogares aumenta los factores estresantes como la incertidumbre laboral, la recarga de trabajo doméstico y de cuidados, y los problemas económicos, entre otros. Es así como las restricciones de movilidad junto a la manipulación, amenazas o dependencia económica dificultan aún más el que quienes sufren de violencia de género puedan salir a buscar ayuda.
“Este es un período complicado para todas las familias, pero si a ello le sumamos nuestra cultura machista, que tiende a controlar y culpabilizar a las mujeres, la violencia de género aumenta en frecuencia y gravedad. Al igual que en otros aspectos sociales, este período de crisis está poniendo al descubierto las desigualdades que ya existían con anterioridad en nuestra sociedad. Recordemos que las cifras oficiales, antes de la pandemia, señalan que una de cada tres mujeres ha vivido alguna vez violencia de pareja”, comenta la Encargada de Género de la Dirección de Apoyo a los Estudiantes de la UCSC, Amanda Sanhueza.
Denuncias y resguardo
Si bien no es posible determinar con exactitud cómo podría aumentar este tipo de violencia, pues existe una denominada “cifra negra” por la dificultad de denunciar en este contexto, se ha informado de un aumento en el país de un 70% de las llamadas al Fono Orientación de Sernameg. Asimismo, crecieron en un 19,5% las llamadas a Carabineros por maltrato a mujeres.
Se hace imprescindible, entonces, que quienes ya hayan sido víctimas de sus parejas resguarden su integridad física, sicológica, sexual y económica. “La violencia al interior de los hogares es un tema sumamente difícil de abordar, ya que no es igual que la violencia ejercida por cualquier desconocido (en estos casos, seguramente las mujeres denunciarían inmediatamente). Esta es ejercida por alguien con quien incluso existió amor y proyectos de vida, por lo tanto, suelen haber apegos emocionales, presiones familiares, sentimientos de culpa o dependencia económica, entre muchas otras barreras que dificultan salir de la violencia”, agrega la profesional.
Por ello, es importante tomar conciencia de que la violencia opera en escalada. Primero pueden ser insultos, descalificaciones, pero luego vienen las manipulaciones, las amenazas, y así sucesivamente hasta llegar a los golpes, al encierro, la tortura, el uso de armas, o lo más lamentable, al femicidio. “Creo que el principal cuidado es tomar conciencia de todo lo que provoca la violencia, informarse al respecto y tomar decisiones apropiadas, ya que nada justifica el daño que provoca”, sostiene Sanhueza.
Si se requiere denunciar, existen varios números de apoyo a los que se puede recurrir y que se deberían tener a mano ante una emergencia:
De igual modo, se puede realizar una denuncia en:
Por su parte, la Unidad de Inclusión Estudiantil de la DAE cuenta, desde el año pasado, con el área de género, la cual se encarga de entregar orientación y apoyo en estos temas. Las atenciones son confidenciales y, en caso de que se requiera, se realizan las derivaciones correspondientes a programas especializados, por ejemplo, para atención psicológica o apoyo legal.
En caso de que la persona que está ejerciendo la violencia de género pertenezca a la comunidad UCSC, la Universidad cuenta con un Protocolo de Actuación para denunciar internamente estos hechos. Para solicitar información, se puede escribir a avsanhueza@ucsc.cl.
Amigos y círculo familiar
Un hecho tan simple como mantener el contacto telefónico o por redes sociales, puede ir forjando la confianza necesaria para que alguien que requiera de ayuda sea capaz de contar lo que está viviendo. Igualmente, es importante que la víctima recurra a sus familiares y amigos, quienes, además de brindar apoyo emocional, pueden servir de testigos en caso de denunciar.
“Es fundamental que el apoyo no se vea mermado por cuestionamientos, sino más bien, entregar un apoyo real y concreto, que favorezca un cambio positivo, sin provocar sentimientos de culpa o de vergüenza. Se puede ofrecer acompañamiento en la búsqueda de información, alojamiento, y, sobre todo, valorar positivamente el hecho de hablar de estos temas y de querer salir de la violencia. También existen fonos de denuncia anónima, a los que puede llamar cualquier”, aclara la Encargada de Género.
La importancia de una denuncia radica en que puede favorecer la aplicación de medidas cautelares, como una orden de alejamiento, además de dejar un antecedente, en caso de que el hecho se repita.
“En términos de política pública, las denuncias generan indicadores, y es gracias a la visibilización de esta problemática que actualmente existen programas de apoyo, como las casas de acogida, o los centros de la mujer, entre otras iniciativas, que trabajan en la prevención y la atención de casos”, agrega la profesional.
Niños de por medio
Muchas veces, a las situaciones de violencia se les une el que haya niños que son testigos de los hechos y quienes, al igual que su madre, también pueden ser víctimas. Se hace necesario, entonces, que tengan a alguien en quien confiar.
Como lo explica Sanhueza, el hecho de ver o escuchar episodios de violencia genera un fuerte impacto psicológico en los niños y niñas, lo que dificulta su aprendizaje y su desarrollo. La violencia, por tanto, siempre vulnera sus derechos.
“Por otro lado, es importante indagar si están siendo víctimas directas, ya sea de violencia física, psicológica o sexual, ya que muchas veces son amenazados para que no hablen de estos temas, desafortunadamente, la mayoría de los casos de abuso sexual en menores de edad, son perpetuados por familiares o amigos. Se recomienda no asustarlos, pero sí conversar con ellos, entablar conversaciones tranquilas que les permitan expresar lo que sienten y sin sentirse juzgados”, explica.
Existen programas, redes de apoyo y profesionales que pueden ayudar en esto. En Concepción, la Oficina de Protección de Derechos OPD habilitó su correo opdconcepcion@gmail.com y un celular de emergencias: 959255984 para atender consultas y recibir información sobre vulneraciones de derechos que afecten a niñ@s y adolescentes.
“Cabe mencionar que, si bien la denuncia es importante, es necesario abordar este problema desde su raíz y en diferentes aristas, por medio de la educación y la sensibilización, desde la temprana infancia, para poder construir relaciones verdaderamente equitativas”, concluye la Encargada de Género.