Los estudiantes del área de salud se enfrentan a simulaciones clínicas que permiten entrenar sus habilidades técnicas, a través de salas que aparentan ser un centro clínico y actores que interpretan a pacientes. Sin embargo, en el área de pediatría no es posible tener a niños que simulen ser usuarios, por lo que generalmente usan muñecos robotizados sin expresiones, conocidos como fantomas.
Por lo mismo, la Facultad de Medicina de la UCSC sigue explorando nuevos proyectos para innovar en la forma de educar. A través del trabajo extraordinario de un equipo conformado por académicos del Departamento de Ciencias de la Enfermería de la UCSC, nace el dispositivo de simulación clínica de respuesta empática llamado Lucas, un muñeco confeccionado de goma y espuma que es capaz de interactuar como si fuera un niño real.
Su principal objetivo es acompañar a estudiantes de pregrado para que aborden y superen los desafíos que se presentan en el cuidado de niñas y niños en contextos complejos como procesos de hospitalizaciones, enfermedades crónicas, vulneraciones de derechos, eventos traumáticos, entre otros.
Presentación
Diversos representantes de universidades a nivel nacional, expertos de instituciones médicas, académicos y estudiantes de la Casa de Estudios, tuvieron la oportunidad de conocer a Lucas en el auditorio San Lucas de la Facultad de Medicina UCSC.
Dr. Patricio Manzárraga, Decano de la Facultad de Medicina UCSC, destacó que “el proyecto marca un hito en la educación médica y refleja el compromiso de la Casa de Estudios con la excelencia académica. Lucas es muy real y sirve para la enseñanza de la salud en el área médica y los sistemas de simulación”.
En el encuentro, el académico Jair Bustos, guió una simulación pediátrica junto a dos estudiantes de Enfermería, quienes atendieron a Lucas como si fuera una sala de urgencias del hospital donde el muñeco conversó, rió, lloró, y movió sus manos, logrando robarse las miradas de todos los presentes.
Esta experiencia proporcionó una visión práctica y valiosa para los futuros profesionales que se preparan para enfrentarse a situaciones del mundo real. Jonathan Villegas y Silena Jara, quienes participaron en la simulación, afirmaron que “Lucas transmitió emociones intensas y es diferente con estar con un fantoma normal, porque no tienen emociones ni movimientos, en cambio ahora es mucho más real y cercano a la realidad”.
Mientras que, Ángela Sepúlveda, referente del programa infantil del Servicio de Salud de Talcahuano, agradeció la oportunidad para conocer a Lucas y señaló que “fue una experiencia significativa e innovadora, ya que tiene el muñeco tiene la capacidad de mostrar sentimientos que experimenta en el momento y permite que se pueda entrenar procedimientos y lograr una atención integral, preocupándose del área emocional, salud mental, entorno familiar y social».