Día Mundial del Síndrome de Down: avances y desafíos en la inclusión laboral – UCSC
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Día Mundial del Síndrome de Down: avances y desafíos en la inclusión laboral

Por Camila Meza Sparza

Fue el 21 de marzo el día que las Naciones Unidas establecieron para conmemorar el Día Mundial del Síndrome de Down, celebración que pretende generar mayor conciencia pública y resaltar la importancia de la autonomía e independencia individual que tienen quienes tienen esta trastorno.

Un día que, además, permite destacar las diferentes iniciativas que han apuntado a cumplir dichos objetivos. Entre ellas se encuentran las impulsadas por el Arzobispado de la Santísima Concepción. Específicamente, se trata de “Lavandería 21” y “Cafetería 440”, que emplean a adultos con Síndrome de Down con un modelo de negocio que fortalece el trabajo inclusivo con impacto en las familias y en la sociedad.

En ambos proyectos, la UCSC ha aportado con la labor de sus estudiantes, académicos y funcionarios, quienes han contribuido en la concreción de la iniciativa a través de sus especialidades. Así lo destaca Maite Otondo, profesora especialista en Educación Diferencial de la Facultad de Educación de la Casa de Estudio y miembro del directorio de Fundación Lavandería 21, quien explicó que “la relación entre la Universidad y la lavandería ha estado siempre, esta comenzó en 2014 con la firma del acta donde se establece una alianza estratégica. A lo que además se suma que quienes participan en esto son exalumnos y también hay colaboración técnica y profesional en la parte administrativa, operacional, académica, prácticas pedagógicas en las facultades de Educación, Medicina, FACEA y Comunicación, Historia y Ciencias Sociales; lo que se ha replicado en la idea de la cafetería”.

Otondo indica que el trabajo entre ambas instituciones es permanente y se refleja en otras áreas como extensión, donde por la adjudicación de proyectos, han podido descubrir los intereses y necesidades de los trabajadores donde han generado una colaboración con la Dirección de Extensión Artística y Cultural.

Modelo de inclusión
“La lavandería es un enclave, lo que significa que es un pivote entre nosotros y la empresa externa. Entonces, lo que nosotros hacemos de manera permanente es reclutando adultos con Síndrome de Down que quieran trabajar. Ellos son designados en un puesto de trabajo de acuerdo al perfil y funcionalidad que poseen, acompañado de mediadores laborales. Cuando logran desempeñar sus labores en esa parte de manera independiente, él puede ir a ocupar otro puesto donde podría tener mayor complejidad. Esta misma dinámica se da en las empresas externas, ya que de acuerdo a sus capacidades y perfiles son incluidos en el mundo laboral”, comentó la docente del Depto. de Fundamentos de la Pedagogía.

De acuerdo a las nuevas disposiciones, las empresas deben comprometerse con la inclusión a través de la donación o generando plazas de empleos. Actualmente la iniciativa mantiene alianza con 300 empresas presentes en la Región del Biobío, quienes apoyan a las 60 personas que se mantienen rotando de manera permanente, provenientes de la Escuela Especial Chile España, Centro Integral de Camilo Henríquez, Colegio Diferencial Per Se, Paulo Freire, Montessori.

Ejemplos y desafíos
Ejemplo de este modelo de inclusión es el caso de Denny Riquelme, quien luego de ser parte de “Lavandería 21” llegó a la UCSC como asistente de mantención. “Los ciclos cuando estaba en la lavandería los hacía muy rápido. Cuando nos mandaron el perfil de lo que requería la Universidad él calzó perfectamente y llegó a desempeñar funciones en el Edificio Central del Campus San Andrés. Aquí es clave la función del mediador laboral, todo el mundo ha sido acogedor con él, el acompañamiento de la Universidad ha sido extraordinario y eso lo valora mucho”, agregó la especialista.

Sobre los desafíos en la materia, Otondo explicó que es necesario generar un cambio en la relación que se hace con las personas con Síndrome de Down, ya que por sus características personales las personas tienden a infantilizarlas, por lo que cuesta mucho que ellos sean incluidos de una manera natural, que no sea por lástima o porque me cae bien y esto es transversal. También echamos de menos tener cifras actualizadas, porque lo que hay corresponden a estudios de 2014 y 2015, por lo que hace falta es desagregar datos.