Durante dos semanas, la mayoría de los escolares de Básica y Media del país se encontrarán descansando gracias a la llegada del periodo de vacaciones de invierno, momento muy esperado por los menores.
Espacio de tiempo que, para la Doctora en Educación y académica de la UCSC, Gladys Contreras, debe estar 100% dedicado a actividades ajenas a la rutina cotidiana de los jóvenes, es decir, ajeno a la realización de tareas o deberes estudiantiles.
La idea de las vacaciones, dice la académica, “es poder superar el cansancio, el estrés y la ansiedad, lo que trae, como consecuencia, mejoras en la productividad durante el resto del año, ya sea en el plano laboral o académico y el aumento del entusiasmo y motivación para seguir estudiando o trabajando”.
“Entonces, cuando se preguntan las personas si es prudente, necesario o relevante enviar desde los establecimientos educativos, tareas a los niños y jóvenes para que las desarrollen durante las vacaciones, evidentemente, la respuesta es un categórico no”, dice la Doctora Gladys Contreras.
Y esto no solo por entender que es un espacio de tiempo necesario para favorecer la salud de los estudiantes, “sino también de las profesoras y profesores y de las madres y padres que suelen acompañar a sus hijos e hijas en los traslados a los colegios, sino también en los procesos de apoyo en las tareas y estudio”.