Educar es sembrar esperanza: UCSC realizó la segunda versión del Encuentro de Esperanza

La instancia hizo reflexionar sobre los alcances de la educación en contextos de vulnerabilidad y su poder transformador como camino de dignidad, justicia y futuro.

La Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) realizó la segunda versión del Encuentro de Esperanza, una jornada orientada a profundizar en los desafíos y alcances de la educación en contextos de vulnerabilidad, destacando su rol fundamental como herramienta de transformación social y promoción de la dignidad humana.

El encuentro contó con la presencia de Monseñor Bernardo Álvarez, Obispo Auxiliar de Concepción y Vice Gran Canciller de la UCSC; el Rector de la Universidad, Dr. Cristhian Mellado; y autoridades académicas y eclesiales, quienes acompañaron este espacio de diálogo, reflexión y discernimiento.

En este contexto, Monseñor Bernardo Álvarez destacó el sentido profundo de la iniciativa, señalando que “en el marco del año jubilar 2025 hemos vivido un nuevo Encuentro de Esperanza, realizado en la Facultad de Educación, donde hemos reflexionado sobre los alcances de la educación en contextos de vulnerabilidad”. Asimismo, agradeció a los ponentes que participaron de la jornada, enfatizando que sus aportes “nos invitan a reconocer la importancia de la formación que entregamos a nuestros estudiantes, especialmente pensando en los futuros educadores y educadoras de nuestro país”.

El Vice Gran Canciller subrayó además que la educación, en los distintos contextos donde se desarrolla, debe ser también “un espacio de esperanza, especialmente en el Chile que hoy nos toca vivir”, manifestando su deseo de que esta instancia de reflexión comunitaria universitaria “se mantenga en el tiempo y permita seguir abordando diversos temas, incluso más allá de este año jubilar 2025”.

La actividad incluyó las exposiciones de la Dra. María Claudia Arboleda, académica de la Facultad de Estudios Teológicos y Filosofía; Dr. Ricardo Castro, académico de la Facultad de Educación; y de Francisco Aravena, profesor del Instituto de Humanidades de Concepción, quienes compartieron miradas académicas y experiencias concretas orientadas a fortalecer una educación comprometida con la persona, el bien común y la responsabilidad social, particularmente en realidades marcadas por la exclusión y la desigualdad.

Por su parte, el Dr. Cristhian Mellado, Rector de la UCSC, comentó que “reflexionar sobre los alcances de la educación en contextos de vulnerabilidad nos invita a mirar la realidad con honestidad, pero también con compromiso. Sabemos que existen múltiples formas de vulnerabilidad —sociales, económicas, culturales y afectivas— que desafían permanentemente el quehacer educativo”.

La iniciativa fue organizada por la Unidad de Identidad Católica, en conjunto con la Dirección de Pastoral UCSC y la Facultad de Educación, y se enmarca en la misión institucional de la Universidad, como parte de su compromiso con una formación integral inspirada en el Evangelio, que reconoce en cada persona una dignidad irrenunciable y promueve una sociedad más justa, solidaria y fraterna.

“La bula que convoca al Jubileo, propone “La comunidad cristiana, por tanto, no se puede quedar atrás en su apoyo a la necesidad de una alianza social para la esperanza, que sea inclusiva y no ideológica, y que trabaje por un porvenir que se caracterice por la sonrisa de muchos niños y niñas que vendrán”; nuestra formación, en especial de nuevos profesores está traspasada de esta visión; por lo que este encuentro, nos permite reencontrar y visibilizar el sentido que tiene para la UCSC formar profesionales en el mundo de la educación”, concluyó el Jefe de la Unidad de Identidad Católica, Alex Muñoz.

De esta manera, el Encuentro de Esperanza se consolidó como un espacio significativo de reflexión y diálogo al interior de la Comunidad Universitaria, reafirmando el compromiso de la UCSC con una educación que no solo transmite conocimientos, sino que forma personas capaces de transformar la realidad desde la dignidad, la justicia y la esperanza. Una misión que, inspirada en el Evangelio, invita a seguir construyendo caminos de inclusión y futuro para las nuevas generaciones.