El lenguaje verbal y no verbal en las relaciones cotidianas – UCSC
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Comunicación Interna

El lenguaje verbal y no verbal en las relaciones cotidianas

Por Paula Gutiérrez Lagos

Sobre lenguaje verbal y no verbal se ha hablado mucho. Hoy más que nunca, ya que está en tela de juicio la forma en cómo interactuamos con las personas,  la distancia que debemos mantener, la forma en cómo miramos, el tono de voz y las palabras que emitimos.

Desde esta perspectiva, hemos escuchado que “el lenguaje crea realidades”. Personas que permanentemente emiten palabras como “nunca”, “imposible”, “jamás”, están entregándonos información de cómo viven su realidad. Distinto es de aquellas personas que normalmente utilizan un lenguaje inclusivo, positivo, abierto, flexible, lleno de posibilidades y que “abren mundo”, eliminando aquellas expresiones y palabras que denigran, invisibilizan y generan desigualdades en las personas; sean mujeres u hombres y, que promuevan ciertos estereotipos. Y no sólo se limita al lenguaje escrito y hablado, sino también a lo visual, cuando se utilizan imágenes comunicacionales que no dan cuenta de un trato igualitario y respetuoso de la dignidad de las personas.

Entonces ¿qué decir o no decir es un espacio de trabajo? independiente del lugar, cuando usted se refiera a otra, debería preguntarse,  ¿mis palabras trivializan, devalúan, ridiculizan, desacreditan, estereotipan o excluyen a esta persona?. Si la respuesta es afirmativa, debemos cambiarlo.

En ese sentido quedan excluidas palabras soeces y expresiones de naturaleza sexual, bromas, burlas o chistes que ridiculizan a las personas, expresiones, bromas y opiniones homofóbicas, expresiones cargadas de agresividad que provocan malestar y crean un ambiente hostil o que provocan miedo o temor, insinuaciones o insultos con connotación sexual, instrucciones y correcciones de forma grosera e intimidación verbal a través de propuestas de carácter sexual.

Además, considere y respete lo siguiente:

Espacio: la proxémica, disciplina que estudia la relación espacial entre personas como manifestación social y significante (espacio íntimo hasta 45 centímetros de distancia entre los interlocutores,  un espacio personal,  hasta 120 cm;  y un espacio espacio social, hasta 365 cm. Este último usado para interactuar en el trabajo)

Contacto visual:  Es muy importante en las relaciones, brinda confianza y seguridad. Sin embargo, no se debe abusar de él, ya que podría intimidar a la persona. En ocasiones, no somos conscientes de cómo miramos y a veces, ni siquiera tenemos en cuenta cuál es el mensaje que estamos transmitiendo y qué efectos tiene en las personas.

En ese sentido la duración del contacto visual es esencial; desde el no tener contacto, hasta el fijar la mirada y no desviarla, reflejando control e instrumentalización.

El contacto físico,  socialmente hablando, debiera limitarse a un apretón de manos, un beso en la mejilla o un abrazo, en caso de personas más cercanas. La persona al conversar se coloca frente a otra, no detrás ni al lado.

Tono de voz: con la voz principalmente nos comunicamos y a través de ella, transmitimos estados de ánimo. La persona puede persuadir, pero también imponer, doblegar y coartar. Gritar o susurrar sin duda, son dos manifestaciones que no forman parte de lo social.

 Por lo mismo, les invito a revisar su lenguaje verbal y no verbal, así como a revisar el uso del espacio, contacto visual y físico y tono de voz.

Sino tiene claridad, pregúntele a sus más cercanos qué impresión tienen de usted y de estos aspectos. Luego, genere cambios, pues cada día somos más conscientes de la forma en cómo interactuamos y del respeto que merece cada persona.