Con el objetivo de conmemorar los 50 años del mensaje de la Encíclica de Pablo VI, la Facultad de Medicina, el Instituto Superior de Bioética y el Instituto de Teología de la UCSC organizaron el VIII Simposio de Bioética “Humanae Vitae 1968-2018”.
El encuentro, que contó con la participación de académicos de la Casa de Estudios, así como de la Universidad de Talca y de la Universidad de la Habana, permitió la revisión de la actualidad del documento, de los nuevos desafíos que se presentan a la paternidad responsable, las formas de procreación humana desde la enseñanza del Magisterio Pontificio y la relevancia bioética de los temas tratados en él.
La charla inaugural estuvo a cargo del Presbítero Luis Rifo, quien hizo referencia a presupuestos ético-científicos y actualidad de la Humanae Vitae. “Pablo VI era consciente de la dificultad de la aplicación de la norma moral establecida en la Encíclica. Esta requería de mucho esfuerzo individual y social para llevarla a cabo. El Papa intentó toda su vida un diálogo con la modernidad y no fue comprendido. Su propuesta apuntaba a una antropología integral”, comentó el sacerdote.
Por su parte, la Dra. Grisel Ramírez abordó la relación Ética-Naturaleza y sostuvo que “El entorno biológico hace posible la supervivencia de la vida. Cuando se habla de esta última, hay que hacerlo en su sentido total, holístico e integrado. La responsabilidad ética con la naturaleza viene desde la educación en la familia y debe basarse en una ética de la convicción, no de la obligación”.
En tanto, la Dra. Ángela Arenas señaló “La Humanae Vitae se pone en un contexto de reflexión sobre la mujer, pero asumiendo la tradición cristiana, en la cual ella ha tenido, desde su origen, una condición particular. Aparece como un sujeto de especial cercanía con Dios, que está llamado al respecto de la vida y a su transmisión. El discurso de la Encíclica es muy actual, porque pudo prever muchos aspectos que hoy se discuten en el ámbito de los Derechos Humanos como es la creación de nuevos derechos”.