Al ingresar al segundo piso del Campus Santo Domingo de la Universidad Católica de la Santísima Concepicón (UCSC), en Lincoyán 255, es imposible no detenerse frente a la oficina de Fernando Flores, Jefe de la Biblioteca, cuya puerta está decorada con una muestra de su particular pasión: los marcapáginas.
Desde hace más de tres décadas, Fernando ha dedicado parte de su vida a reunir estos pequeños objetos cargados de historias y significado, en los que cada pieza de la colección guarda una memoria especial.
El funcionario de la UCSC comentó que «mis marcapáginas favoritos son los magnéticos, que son muy interesantes; también una serie que imprimió nuestra Universidad en 2010, con personajes bíblicos y santos, y otros elaborados con materiales poco comunes, como hologramas, cuero e incluso cobre».
Entre sus piezas más singulares destaca un marcapáginas de crin de caballo, fabricado en la década de 1950, y un marcapáginas-lupa, regalo de un amigo mexicano. “Le pedí un marcador típico de México y me sorprendió con este, que incluye una lupa; es único”, relató.
“También guardo con especial cariño un marcapáginas que el Centro de Alumnos de Derecho mandó a imprimir en 1988, en las primeras impresoras de la época, con el tradicional angelito de la Católica. Y no hay que olvidar que un libro puede cambiarte la vida y un marcapáginas puede recordártelo”, agregó.
Su colección no solo constituye un recorrido por distintas épocas y materiales, sino también es un testimonio de su amor por los libros y las historias, aquellas que ayuda a construir día a día en la Biblioteca del Campus Santo Domingo que alberga a la Facultad de Derecho UCSC.