Estos últimos días, los medios de comunicación han informado profusamente sobre la nueva Ley Antitabaco, lo que ha despertado interés no sólo en las personas e instituciones que se verán afectadas por disposiciones que esta ley establece, sino también en la opinión pública en general.
Normas legislativas orientadas a proteger la salud de las personas y por ello, de la población, son útiles y necesarias pero, indiscutiblemente, el tener conocimiento y tomar conciencia sobre las consecuencias de fumar, debiera tener un efecto más profundo y duradero.
Componentes del cigarrillo, son capaces de producir mutaciones y cáncer. Habitualmente se relaciona al TABACO con el cáncer al pulmón. Sin embargo, sus efectos son mucho más variados e importantes como:
En relación al cáncer de pulmón, en los fumadores pasivos el riesgo de contraerlo es de 1.4 a 3.4 veces mayor. Todos los esfuerzos por disminuir el consumo de tabaco no sólo son útiles, sino necesarios y ellos deben estar orientados según la estrategia MPOWER de la OMS a:
No fumar o dejar de fumar, en consecuencia, protege la salud de las personas y de quienes los rodean y todo esfuerzo que por ello se haga, vale.
Dr. Hernán Jeria de Folliot
Profesor de Epidemiología
Facultad de Medicina
Universidad Católica de la Santísima Concepción