“Memorias de una ausencia”: documental narra búsqueda de desaparecidos

Pieza audiovisual dirigida por el Arzobispo de Concepción y Gran Canciller de la UCSC, Monseñor Fernando Chomali, en el marco de los 50 años del Golpe de Estado, se estrenó en el Aula Magna.

La emoción era evidente en los rostros de quienes llenaron el Aula Magna del Arzobispado de Concepción en el estreno del documental «Miércoles 15.30, Memorias de una ausencia», pieza audiovisual de 40 minutos de duración, dividido en cuatro actos, y desarrollada en el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado.

La obra narra, a través de distintos relatos, historias de pérdida, dolor y búsqueda de justicia de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Concepción, quienes se reúnen un miércoles al mes, a las 15:30 horas, en el salón Monseñor José Manuel Santos del Arzobispado de Concepción.

“Nunca nos olvidemos que detrás de un nombre que quedó grabado en piedra en un monumento, hay una persona, una historia, una familia, un dolor, pero, sobre todo, una búsqueda con mucho amor”, fue una de las frases que cerró el documental, dirigido por el Arzobispo de Concepción y Gran Canciller de la UCSC, Monseñor Fernando Chomali, y ejecutado en conjunto con la Dirección de Extensión Cultural de la Casa de Estudios.

Respecto de la obra, Monseñor Chomali señaló que “lo que agradezco es que los familiares de los detenidos desaparecidos se sientan queridos, apoyados y respetados, y creo que ese es un valor inmenso y, en cierto sentido, es una especie de justicia hacia ellos como sociedad. Son personas con un corazón tremendamente generoso, que entendieron que buscar a sus familiares era una muy buena manera de ser coherentes con lo que pensaban, con lo que creían, y de demostrar que cada ser humano es único e irrepetible y que no puede quedar en la nada. Nos tiene que conmover y llevar a tener una actitud más pacífica en la vida para que este tipo de cosas tan brutales nunca más se vuelvan a repetir”.

Se trata, a juicio del Arzobispo de Concepción, de una oportunidad de transmitir a las nuevas generaciones las vivencias de dolores de quienes siguen buscando a sus seres queridos: “Todo el equipo que trabajó en la realización del documental son menores de 50 años y, sin embargo, se conmovieron con los testimonios. Eso es lo que yo buscaba transmitir. El dolor es una experiencia humana única, muy profunda, pero que se puede transmitir cuando hay sinceridad de corazón”