Con la finalización de los talleres dirigidos a funcionarios y funcionarias de los distintos Campus y Sedes, la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) cerró la primera fase del proyecto “Instalando nuevos mecanismos de apoyo a estudiantes con TEA”, desarrollado por la Unidad de Inclusión Estudiantil (UIE) y financiado por el Fondo Nacional de Proyectos Inclusivos (FONAPI).
El objetivo de esta etapa fue fortalecer las capacidades de la comunidad universitaria en torno a la prevención y manejo de situaciones de desregulación emocional y conductual (DEC) en estudiantes con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Para ello, se realizaron las últimas sesiones del taller “Herramientas para prevención y manejo de desregulaciones de estudiantes universitarios con TEA”, tanto en el Campus San Andrés como en el Instituto Tecnológico (IT) de Talcahuano, jornadas que previamente ya se habían desarrollado en las Sedes de Chillán, Los Ángeles e IT Cañete.
Estas instancias formativas permitieron entregar conocimientos teóricos y prácticos sobre el TEA, así como capacitar en la correcta aplicación de los protocolos internos desarrollados en el marco del proyecto.
La Vicerrectora Académica, Dra. Lorena Gerli, destacó la importancia de esta iniciativa, señalando que “el creciente número de estudiantes con condiciones del neurodesarrollo, como el Trastorno del Espectro Autista, ha aumentado de forma exponencial en los últimos años. Frente a este escenario, tanto docentes como estudiantes no siempre cuentan con las herramientas necesarias para actuar adecuadamente. Por eso, estos talleres son fundamentales, ya que entregan estrategias concretas para enfrentar situaciones de desregulación dentro del aula y en el contexto universitario en general”.
Por su parte, Paulina Valdés, Jefa de la Unidad de Inclusión Estudiantil, destaca el impacto que ha tenido la iniciativa tanto en la comunidad universitaria como también en la creación de una cultura institucional más inclusiva. “Como Universidad, tenemos el compromiso de crear espacios donde todos los estudiantes se sientan parte, comprendidos y apoyados. La inclusión no es solo tarea de una unidad, sino un compromiso institucional que transforma vidas”, señaló.
Sobre el proyecto y protocolos
La iniciativa apunta a disminuir las barreras contextuales que afectan el proceso de enseñanza-aprendizaje, garantizando que los estudiantes con discapacidad puedan participar en igualdad de condiciones que sus pares. En esa línea, el proyecto contempla la actualización de políticas institucionales, la capacitación de la comunidad universitaria y el fortalecimiento de las habilidades de autorregulación de los propios estudiantes, promoviendo su reconocimiento como sujetos de derecho.
Entre los principales avances se encuentran dos documentos clave: el Protocolo de Derivación Interna a la Unidad de Inclusión Estudiantil y el Protocolo de Actuación ante Desregulaciones Emocionales y Conductuales de estudiantes con TEA en la UCSC. Desde diciembre de 2024, ambos instrumentos han sido socializados entre funcionarios y funcionarias de distintos campus y sedes, promoviendo una respuesta articulada ante situaciones que requieran apoyo especializado.
Mientras el Protocolo de Derivación Interna busca identificar oportunamente las necesidades de apoyo de los estudiantes con discapacidad, el Protocolo de Actuación ante DEC entrega directrices claras para la prevención, intervención y seguimiento de estos casos, en coherencia con los principios éticos y de inclusión que inspiran el quehacer de la Universidad.