La región del Biobío no está ajena a las tensiones que se producen en el uso del agua, las que también producen oportunidades de trabajo colaborativo entre los distintos actores para desarrollar políticas públicas regionales que permitan abordar oportunamente una creciente conflictividad en torno al uso del agua.
Desde esta premisa se desarrolla el proyecto FIC-R ‘’Seguridad Hídrica para la Adaptación del Cambio Climático’’, ejecutado por el Centro Regional de Estudios Ambientales (CREA) de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, y financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional del Biobío. El cuál, a través de una reunión con entes públicos, presentó un modelo Hidro-económico para la Cuenca del Río Biobío desarrollado por la Universidad del Desarrollo.
«Tuvimos un taller donde nos juntamos con representantes de las instituciones públicas para mostrar los resultados de un modelo de gestión de recursos hídricos desarrollado por la Universidad del Desarrollo, el cual tiene como objetivo entender o tratar de explicar cómo el agua se puede asignar dentro de la Cuenca del Río Biobío’», explicó Roberto Ponce, experto en diversas áreas de economía del cambio climático y docente de la Universidad del Desarrollo.
El «Modelo Hidro-económico» presentado representa un avance significativo en la comprensión y gestión de los recursos hídricos en la región, como también una oportunidad de debate. Al integrar variables económicas con datos hidrológicos detallados, el modelo proporciona una visión importante entre la relación del agua y las actividades económicas locales. Esto incluye sectores clave como la agricultura, la industria y el abastecimiento de agua potable.
Pablo González, investigador de CREA y director del proyecto comentó que «nos reunimos junto a colaboradores de la Universidad del Desarrollo para evaluar un Modelo Hidro-económico que es una herramienta de toma de decisión en cuanto a los recursos hídricos. Es interesante todo lo que la UCSC está realizando en este tema emergente y estratégico para la Universidad y que finalmente termina siendo un aporte para los tomadores de decisión’’.
Una instancia significativa de vinculación entre la academia y las autoridades regionales, respecto al uso del recurso vital que destaca el compromiso conjunto para abordar los desafíos críticos que enfrenta la región en términos de seguridad hídrica. Así lo confirma Claudia Cárdenas, profesional de la División de Planificación y Desarrollo Regional: «Creo que estas instancias son súper valorables para poder ver un futuro íntegro. El recurso hídrico es algo esencial que viene a desarrollarse en este tipo de proyectos y creo que el efecto del cambio climático hay que empezar a considerarlo desde ahora para poder tener un futuro sostenible y sustentable».
Sin duda, esta instancia, al margen del proyecto FIC-R «Seguridad Hídrica para la Adaptación al Cambio Climático» liderado por el Centro Regional de Estudios Ambientales (CREA) de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, representa un esfuerzo conjunto entre la academia y las autoridades regionales para abordar los desafíos críticos relacionados con la seguridad hídrica. A su vez, muestra una visión compartida para construir un futuro sostenible y resalta la necesidad urgente de considerar el impacto del cambio climático en la gestión del agua.