Se estima que 74 trabajadores de la Universidad se desempeñan en funciones que los hacen enfrentar una mayor exposición solar.
Mucho se habla de los daños que la exposición al sol puede ocasionar: quemaduras y envejecimiento prematuro, son algunas de las consecuencias. Para prevenir esta problemática, trabajadores que cumplen funciones de riesgo participaron en una capacitación en la que se reforzaron las medidas de protección y se hizo énfasis en el uso de elementos como casco de ala ancha, ropa de manga larga, lentes de sol con filtro UV, aplicación de protector solar con alto factor de protección (reaplicarlo cada dos horas) y beber agua constantemente.
En el contexto de este curso, efectuado en el auditorio del Edificio San José Obrero del Campus San Andrés, Ingrid Riquelme, Jefa de la Unidad de Prevención de Riesgos, aseguró que se consideran trabajadores expuestos a radiación UV a aquellos que ejecutan labores en días comprendidos entre el 1 de septiembre y el 31 de marzo, entre las 10:00 y las 17:00 horas, y a quienes desempeñan funciones habituales bajo radiación solar directa con un índice UV igual o superior a 6, en cualquier época del año.
La actividad, que forma parte de un programa anual preventivo, tiene por objetivo establecer criterios de control, identificar factores de riesgo y determinar a los trabajadores expuestos al sol, de manera de planificar la entrega de los elementos de protección necesarios. En el encuentro también se reforzaron temas relacionados con la clasificación de la radiación, las longitudes de onda y su capacidad de penetrar en el espesor de la piel.
La capacitación fue impartida por la asesora de la Mutual de Seguridad, Consuelo Luengo, quien entregó información sobre normativas y medidas de control que se deben implementar para evitar daños en la salud.