¿Cuáles son los efectos de pacientes que son sometidos a ventilación mecánica? – UCSC
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¿Cuáles son los efectos de pacientes que son sometidos a ventilación mecánica?

Por Camila Meza Sparza

Mejorar la sobrevida de los pacientes en estado crítico, sobre todo de aquellos que sufren insuficiencia respiratoria aguda es el propósito de la ventilación mecánica que, debido al Covid-19, se ha convertido en un elemento vital. Sin embargo, ¿cómo es el procedimiento y efectos de este recurso?

La ventilación mecánica tiene el mismo propósito, mejorar la oxigenación y la mecánica pulmonar de la persona, esto es reemplazar los músculos que, normalmente participan en este proceso (diafragma, intercostales) con la frecuencia o número de respiraciones por minuto, y el volumen de aire, necesario para las condiciones de la persona. Así se mantiene o normaliza el intercambio gaseoso, evita el daño pulmonar, aumenta el volumen pulmonar al distender la vía área y los alveolos y así reducir el trabajo respiratorio de los músculos ventilatorios. Los procesamientos pueden consistir en aplicar Ventilación Mecánica No Invasiva (Vmni) y Ventilación Mecánica Invasiva. (VMI) De los dos tipos o formas de Ventilación Mecánica, siendo esta última la más usada y conocida.

Deglución, disfonías y lesiones cutáneas
Respecto a la VMI las personas presentan algunas situaciones transitorias como: alteraciones leves en la deglución y disfonías. También algunas lesiones de la piel en los puntos de presión debido a la posición del paciente, por ejemplo: prono, decúbito dorsal y también a consecuencia de los dispositivos utilizados en el procedimiento.

Según la enfermera de la UCSC y académica del Depto. de Ciencias Clínicas y Preclínicas de la Facultad de Medicina UCSC, Verónica Drago, hay que considerar que existe un grupo de personas que han estado en unidades cuidados intensivas y además conectados a VMI que pueden presentar el “Síndrome Postcuidados Intensivos”. Este se caracteriza por presentar síntomas físicos como: dolor persistente, debilidad adquirida en Unidad de Cuidados Intensivos, malnutrición, lesiones por piel, alteraciones del sueño, déficits cognitivos, como alteraciones de la memoria, atención, velocidad del proceso mental o emocionales, ansiedad, depresión o estrés postraumático y pueden afectar también a sus familias. Sus consecuencias a medio y largo plazo impactan en la calidad de vida de los pacientes y las familias.

“Cuando un paciente está en ventilación mecánica por un tiempo prolongado más de 10 a 14 días se debe retirar el tubo endotraqueal y se debe instalar una traqueostomía una comunicación directa entre la tráquea y el exterior y la piel en la parte inferior del cuello. Esto se realiza porque el tubo endotraqueal por más de 14 días puede provocar serios daños en la tráquea como cicatrices, estenosis o traquomalacia. Por otro lado la traqueostomía facilita el proceso de desconexión del ventilador lo cual muchas veces es una etapa muy difícil, ya que se debe despertar al paciente y este debe comenzar a respirar por sí solo, en esta etapa se puede fracasar y prolongar la ventilación por varios días o semanas”, explicó Carlos Valenzuela, especialista en Medicina Interna y subespecialista en gastroenterología.

Tratamiento y recuperación
Es necesario comenzar evaluando la condición del paciente al alta hospitalaria en aspectos como sus limitaciones en las actividades de la vida diaria, el nivel de oxigenación sanguínea en reposo y al ejercicio, la presencia de disnea, su estado nutricional y su condición psicológica. Esto parámetros permitirán determinar la pertinencia de iniciar un programa de rehabilitación.

“Al encontrarnos con un funcionamiento limitado del paciente, se recomienda iniciar con ejercicios progresivos en intensidad y tiempo, orientados a mejorar en primera instancia su desempeño en las actividades de la vida diaria, para luego ir escalando hacia actividades que mejoren su fuerza muscular y la tolerancia al ejercicio, siempre con la supervisión directa de un profesional competente en el área de la rehabilitación. Se calcula que luego de un periodo de 12 semanas de intervención es posible recuperar en algún grado la condición física perdida por la hospitalización”, agregó el kinesiólogo de la UCSC, Aldrin Cole.

El principal cuidado que se debe tener es la reactivación de la enfermedad de base, ya sea por reinfección o por exposición a agentes ambientales que la puedan desencadenar, especialmente el humo del tabaco y combustibles intradomiciliarios. Las medidas de higiene general, el lavado de manos, evitar el contacto físico con personas sintomáticas entre otras, son herramientas eficaces de prevención, acompañadas de un adecuado seguimiento médico para monitorear la recuperación.